Violentometro [Mattom]

Pasado

- Maldito imbecil... - gruño el de cuencas arrojando con brusquedad el control, ofendido por haber perdido.

- Vamos Testigo, no seas mal perdedor. - el noruego dio un golpe en el hombro del contrario riéndose de este.

Como respuesta dio un gruñido mientras maldecia en voz baja al avellano.

Los presentes reían y se hacían bromas entre sí, sin ninguna intención maliciosa en ellas, una amistad tan linda y pura.

- Me haré algo en la cocina, ya vuelvo. - menciono el noruego levantándose del sillón algo hambriento.

Los presentes asistieron automáticamente, Matt y Tom ni voltearon a verlo ya que estaban muy concentrados en su partida, en cambio Edd lo siguió con la mirada, algo inquieto y nervioso

- Iré por una soda, ya vuelvo. - titubeo el castaño para ir donde el noruego.

Ambos volvieron a asentir y se mantuvieron quietos aún jugando, hasta un par de segundos.

- ¡Mierda! - gruño el alcohólico mientras golpeaba la almohada que tenía en sus piernas.

- Solo es un juego, no seas mal perdedor. - comento burlon el rubio.

- ¡Para ti es fácil decirlo! Es la quinta vez que ganas, ¿¡Cómo es posible!? - le reclamó indignado mientras arrojaba la almohada contra la pared con furia.

- No sé que decir, soy bueno hasta en eso. - respondió con vanidad y dio una sonrisa burlona.

Dio un suspiro para luego levantarse del suelo.

- ¿Por qué mejor no tienes sexo contigo mismo y desapareces? - bufo para agarrar una almohada del sillón y arrojarla en el rostro del rubio.

Solto un par de risas mientras el castaño oscuro se marchaba.

- ¿A dónde vas? - menciono el rubio aguantando su risa.

- Voy por Smirnoff. - comento fastidiado alejándose de este.

Al llegar a la cocina se detuvo antes de entrar al escuchar murmullos, se apegó a la pared de esta escuchando atentamente, apenas se oia pero logro entender su conversación.

- Maldita sea, ¿No crees que es un poco apresurado? -

- ¡Mierda, Tord! Me gusta desde la secundaria, no es apresurado. - murmuró el castaño enojado ante la indecisión de su amigo. - Se lo diré.

- Como quieras, no es mi problema si te rechaza, sabes que solo se ama a si mismo. - sonrió burlon.

Se sorprendió al deducir de quién se trataba, de su narcisista amigo, Matt.

- Bien, no me importa tu opinión después de todo. - comento para beber de su soda con una actitud déspota.

El contrario rodo los ojos y tomo su plato de tocino para hablar mientras masticaba.

- A Matt le gusta Tom. - balbuceo.

Un suspiro pesado sonó viendo del castaño quien miraba a su acompañante aburrido

- Siempre dices eso... No lo hace. - afirmo arrojando a la basura la lata de soda.

- Si quieres mentirte, esta bien, pero luego no vengas llorando cuando los veas revolcándose en la mesa. - soltó un par de risas burlonas ante el decaído castaño.

No tardarían en salir de la cocina así que el castaño se marchó discretamente hacia donde el rubio aún practicaba con el videojuego.

- ¿No hay Alcohol? - pregunto extrañado al verlo algo tenso. - ¿Estas bien? - agregó.

Trago su saliva, hace poco el rubio había comenzado a llamar su atención, algo más sentimental, tal vez se estaba enamorando o solo era atracción, pero estaba seguro de que algo sentía por este y siendo consciente que su mejor amigo se le iba a declarar, lo ponía muy tenso, hasta un poco ofendido se podría decir.

- Mira, Matt... - se sentó a su lado mientras lo miraba nerviosamente ocasionalmente girando su cabeza a la cocina esperando algo.

- ¿Sucedió algo? - dejo el control a un lado para centrarse en el contrario y su extraña actitud.

Pero unos pasos se comenzaron a oír junto con el chirrido de la puerta siendo abierta, le produjo un leve escalofrío al alcohólico pero soltó un suspiro y lo miro fijamente por unos segundos, hasta que agarró el valor de plantarle un beso en los labios, agarró desprevenido al rubio pero solo cerró los ojos y se dejó llevar, después de todo, Amaba a Tom desde secundaria.

Solo que no notaron como sus acompañantes se habían quedado aturdidos ante lo que veían, ambos igual de destrozados sentimentalmente por ver como ahora era imposible expresar lo que ambos sentían respectivamente.

Finalmente el rubio terminó por separarse a falta de oxígeno y por notar las miradas de sus amigos sobre él.

- Volvieron... - solto una risa nerviosa mientras se ponía rojo de la emoción y la vergüenza.

El de cuencas volteo para ver al par de chicos nerviosos y algo decaídos.

- ¿Seguimos jugando? - propuso alegremente el de azul.

...

- Él lo sabía. - murmuró el artista al noruego que se sobaba la cara con frustración.

- No seas paranoico Edd, solo fue coincidencia. - respondio con molestia mientras bebía su café.

- ¿Estas bromeando? Justo cuando quiero decirle lo que siento, llega él y lo arruina todo. - le reclamaba controlando el volumen de su voz pues era muy tarde.

- Como sea, te dije que le gustaba, al menos te ahorraste la humillación. - sonrio burlonamente.

El castaño soltó un suspiro y se dirigió hacia la puerta.

- No durará mucho, te lo aseguro. - afirmó antes de retirarse.

Se equivoco y bastante, aunque ambos hubiesen deseado que por esta vez, el artista haya tenido la razón.

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Lo que dice el título 😇

Quise darle un poco de trasfondo (Aunque el siguiente capítulo ya se acabe) no sé si salió bien pero se intentó.

Gracias por leer, muak muak<33