[XV] Golpear 🧨

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Ya era de mañana y solo Thomas se encontraba despierto a esta hora.

Abrió una pequeña caja con entusiasmo dejando ver una cámara junto con su manual, duro unos cuantos minutos luchando con la cámara para colocarla pero finalmente lo logró, colocandola al lado de la puerta principal. Suspiro satisfecho por el resultado.

- ¿Qué haces? - pregunto una voz somnolienta detrás de este.

Se tensó un poco al oirlo algo demandante, volteo lentamente para mirar a su pareja curiosa con la mirada fija en la cámara de seguridad.

- Nada, solo colocaba una cámara. - restandole importancia bajo la mirada para agarrar su móvil.

- ¿Y por qué? - miro dudoso su teléfono viendo una aplicación donde los enfocaba a ambos a una cierta distancia.

- Simple seguridad. - afirmó para marcharse hacia la cocina.

El rubio se quedó observando unos segundos la cámara curioso, luego continuó con su camino dirigiéndose hacia Thomas.

- ¿Te preparo algo de desayunar? - pregunto con una sonrisa hacia su pareja.

El contrario tomó un sorbo de un vaso con agua antes de negar.

- Desayune temprano pero hoy es mi día libre, podríamos ir a visitar a los chicos si deseas. -

El rubio se quedó algo sorprendido por la propuesta, intentado buscar alguna otra intención con la visita.

- Me gustaría. - el contrario lo miro con una sonrisa satisfecha.

[♡]

Los dos jóvenes esperaban sentados plácidamente en el sofá, sus invitados llegarían pronto y la casa estaba impecable, a pesar de los daños que había sufrido tiempo atrás. Un silencio incómodo se apoderaba de la sala, seguían algo tensos después de tanto, simplemente no sabían cómo iniciar una conversación aunque hayan pasado dos días.

Un timbre los sacó de las nubes. El noruego se levantó calmadamente y fue a abrir la puerta forzando una sonrisa.

- Tord! - el rubio se abalanzó contra él para darle un fuerte abrazo.

El de cuernos miraba sobre su hombro al contrario que lo miraba fijamente sin mostrar emoción alguna. Finalmente se separaron y permitieron que entren.

- Tom, amigo! - sonrió Edd, nervioso por la fría mirada del nombrado.

El castaño intentó acercarse a él temeroso pero al notar su frialdad desvió su rumbo para abrazar al rubio.

- ¿Qué le pasa? - murmuró al oído del narcisista.

- No sé. - contesto susurrando para finalizar el incomodo abrazo.

Un pequeño silencio incomodo se formó al estar todos acomodados en el sillón. El rubio con su pareja a un lado y el noruego junto con el castaño del otro lado. El ambiente estaba tenso, todos sabían que algo mal estaba pero simplemente no sabían cómo arreglarlo, ni siquiera sabían porque era tan incómodo, solo la sensación de que había salido algo mal se hacía presente.

Violentometro [Mattom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora