XIII

1.5K 161 31
                                    

El camino a la escuela fue silencioso e incómodo, nunca había sido así, Sakura siempre anhelaba la compañía del azabache menor, ahora no quería tenerlo cerca.
Sasuke la miraba de soslayo durante todo el trayecto, al ir en carro particular el tiempo de recorrido se hizo más corto.

Pero para la joven fue tan largo, era la primera vez que no soportaba su presencia.

—¿Dónde estabas ayer, Sakura? — Sasuke no quitaba el dedo del renglón, no le  hacía gracia la tardanza de Sakura en llegar a casa, así que antes de bajar, volvió a abordarla, le sacaría la verdad cueste lo que cueste.

Ella lo miró seria, la estaba hartando ante tantas preguntas. Se sentía como una criminal en medio de una investigación policiaca.

—Te estás volviendo molesto, hermano. —Espetó la pelirosa y salió del auto. No, no iba a ceder a estar dando explicaciones como si estuviera en un juzgado. Así que mejor quería entrar de inmediato a la institución y alejarse de él, tal vez después Sasuke se cansaría de andar de hostigoso.

Pero hace cuatro años que no se veían, hace cuatro años que la joven no contaba en que el pelinegro había de verdad brotado con su verdadera personalidad, digna herencia de su padre.
Controlador y  posesivo podían describirlo perfectamente,

Sasuke conoce la verdad desde muy pequeño, sabe que su madre lo dejó siendo un bebé, pero no pudo refugiarse en Tsunade  apesar de quererla y respetarla cómo su verdadera madre.

Para él todo fue Sakura, tenían casi la misma edad, ella fue con quién compartió todo. Itachi por supuesto fue un gran respaldo, pues los cuidaba y protegía a ambos.
Pero Sakura era diferente, la única mujer que quería a su lado, la única mujer que ha pesar de las circunstancias, jamás lo había decepcionado. Tsunade lo hizo un poco, cuando se divorció de Fugaku.

Eso provocó  que Sakura se fuera de su lado, una vez se la arrebataron, no permitirá que eso volviera a suceder.
Por eso necesitaba tener sumo control sobre ella,  Sakura era de un carácter recio, Tsunade así la había hecho, fue lo único que nunca le gustó de la rubia, el modo de educarla.

—¡Sakura, ven aquí ahora mismo! —

Ese grito la hizo detenerse, no por la orden, sino por el siempre hecho de que Sasuke le levante la voz, eso nunca lo había hecho.

Era la entrada, todos los compañeros vieron asombrados la escena que montaba el que creían novio de la chica. Es que era la primera vez desde hace dos años que un hombre la acompañaba.
Siempre la iba a dejar su madre, no sabía que tenía dos muy guapos hermanos, uno casi de su misma edad.

La escena por supuesto también fue contemplada por Kakashi quién aguardaba en la puerta principal para que todos los alumnos pudieran entrar.

Él conoce al chico,  era el hermano de Sakura, pero aún así no tenía ningún derecho a levantarle la voz y menos enfrente de todos.

—Nunca pierdas la compostura, mi amor. Tienes que hacerte respetar siempre pensando que no debes ponerte a discutir con otra persona que no desea escucharte o no pretende intentar comprenderte. Porque entras en un laberinto sin salida, no puedes intentar explicar a quien no quiere comprender.

Las palabras de su madre resonaron  nuevamente en su cabeza, ahora entendía porque constantemente  se las había repetido.

Sakura observó su panorama,  todas las miradas de sus compañeros estaban sobre ella y además Sasuke la observaba de un modo desafiante, dispuesto a no irse si no se hacía lo que él quería.

— Sakura, por favor entra a la escuela.—Kakashi  tuvo que intervenir, a fachada de todos podía estar desempeñando solo su labor como profesor, pero él quería proteger a a la joven. Bajo ningún motivo iba a permitir que le hablaran así.

PECADO. (🔞)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora