PECADO. (🔞)

X

Sasuke

Años atrás solamente eramos ella y yo.  No importaba cuántos quisieran llamar su atención, ella siempre me elegía a mí. Por encima de Naruto, por encima de Itachi.

Recuerdo perfectamente un día en que la quisieron apartar de mí y cambiar de cuarto. Lo que ellos no sabían era que por las noches se metía a mi cama y me abrazaba.

—Sasuke-kun, te quiero mucho—

Siempre me repetía eso, cuando supe que se iría de mi casa, lloré mucho. Nunca se lo dije a nadie, pero me dolió dejarla partir. Bastaron cuatro largos años para volver a ver a mi hermana.  Pero no pude recibirla como hubiera querido,

Papá se aseguró de formar unos Uchiha que siempre siguen las órdenes y anteponen el prestigio y la buena imagen ante todo, sobre todo que no muestra sus emociones, aparte  papá odiaba que me le acercara de más a mi hermana.
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Sasuke hubiera querido pasar esos días que su padre se ausentó en compañía de su hermana, probablemente  hubieran podido dormir juntos, como su infancia.

Pero Karin se empeñó y lo presionó tanto, que cedió a estar con ella. Pero no sería por mucho

No sabía ni porqué la había aceptado como novia, él jamás se lo pidió y fue ella la que después de mucho insistirle logró que eso pasara, y fue solo para evitar que ella lo siguiera hostigando, también porque necesitaba olvidar.

Él quiso dar vuelta a la página, quiso retomar el rumbo que su vida debía llevar, pero no le fue posible. El amor no se disipa.

—¿Mañana puedo ir a tu casa, Sasuke-kun? — Intentó sonar amable, ella ya no quería forzar las cosas, Karin quería conocer a su familia y formalizar el noviazgo. Pero no obtuvo lo que quería,  solo una mueca de parte del Uchiha.

—Tú no me llames así, Karin. Por cierto, desde hoy ya no somos novios.—Respondió escueto y zafandose de su agarre.

La pobre peliroja quedó sin habla, llevaban un par de meses juntos y podía jurar que estaba haciendo hasta lo imposible por conquistarlo y que él estuviera a su lado y ahora obtenía eso, una ruptura de lo más fría y escueta.

El azabache no esperó respuesta, no la necesitaba. Él había tomado una desición y no había vuelta atrás. Pero Karin no tenía esa misma idea.

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Sakura salió de la casa de Kakashi alrededor de las 6 de la tarde y él como el caballero que es, ofreció llevarla a su casa, pero ella declinó la oferta, no podían dejarse ver aún por nadie.

Ella estaba muy confundida, tal vez si quería tener algo más serio, tal vez si lo amaba, tal vez ella también quería que ya no se separan, pero tenía aún el agobio de no saber si estaba tomando la desición correcta.

Su madre siempre dijo que el amor no duele y con él no dolía.

Tomó un taxi hacia su casa y recordó el incidente con su madrastra.
Probablemente habría consecuencias al llegar, deseo no ir a dormir ese día y quedarse con el peliplata o con Ino, pero no le iban a consentir eso.

O tal vez con Sasuke, tal vez por fin podría dormir de nuevo con su adorado hermano y poner fin a toda su caótica bienvenida.

Demoró casi dos horas en llegar a casa, había demasiado trafico y tampoco estaba a la vuelta de la esquina, cuando por fin arribo en la entrada, pagó el pasaje y salió del auto.

La mansión ya tenía las luces del comedor prendidas, eso significaba que había reunión familiar, una en la que ella por supuesto no quería estar.

Entró al enorme jardín, sentía que quería que sus pies quedarán pegados en el piso y hacerse una estatua, presentía problemas.
Giró la perilla y entró casi queriendo ser la mujer más silenciosa del mundo, pero no lo logró.

—¿Dónde estabas, Sakura? — La voz inconfundible de su hermano Sasuke la detuvo.

De nuevo vino a su mente la imagen de su madre diciéndole que  no tenía que dar explicación alguna si no lo quería,que ella jamás  debería caer en eso, pero  ya no quería pelear con él, así que soltó una pequeña mentira.

—En la biblioteca del colegio.

—¿Tan tarde? Ya anochece, hija.— Ahora era su padre quien le pedía explicaciones y por su cara no parecía feliz.

Fugaku y Sasuke eran idénticos en carácter autoritario y controlador.
Itachi solía ser más reservado y más dulce.

—Lo sé. — No tenía intención alguna de decir más. Pese a ser su familia, su carácter la hacían ser recia y seguir de largo,no estaba en un interrogatorio.

—¿Qué hacias tan tarde en la biblioteca, Sakura? — de nuevo la escrutó el azabache menor.

Eso era mala señal, de nuevo la sobreprotección de su hermano hacia ella, su cara estaba torcida con una mueca, estaba enojado.

—Voy a bañarme, estoy muy cansada. — Definitivamente no caería en ese juego donde su madre vivía hace cuatro años y dónde Tsunade, tanto se esforzó que ella jamás sintiera

—Ve, hija. — Fugaku interrumpió el ataque de preguntas, pese a que él también quería saber todo sobre la tardanza de Sakura, pero  presintió que tal vez si  se sentía sola, pero el carácter  que lo caracteriza no le permitía demostrar algo más allá que complacerla por ahora. Más tarde buscaría el modo de hacer que se sintiera más cómoda, porque Sakura se iba a quedar con ellos. — Mei me dijo que ...

—Que te sientes sola aquí, Sakura. Solo eso.— Mei salió de pronto intentando impedir que la pelirosa cometiera la indiscreción de decirle que la había pillado  buscando a Itachi.

Sakura la miró con escrutinio, no tenía ganas de decir más. Recordó de nuevo la sensación de la que tango huyó su madre, la sensación de sentirse presa y andar de puntillas por doquier. No sabía porque la esposa de su padre había dicho eso, era obvio que algo raro andaba ahí, pero por ahora no tenía intención de averiguarlo.

—Buenas noches a todos. — Así era ella, siempre contestando solo lo que consideraba correcto o necesario.

Los tres la vieron subir las escaleras y desaparecer en su habitación.

—También me iré a dormir. — Dijo Sasuke con fastidio porque sus preguntas no fueron contestadas y también subió a su cuarto encerrándose.

—Parece que los chicos no están de buen humor . Solo falta que llegue Itachi y nos vamos a dormir.— Quería sonar preocupada por todos, pero en realidad solo necesitaba ver llegar al mayor de los hermanos.  Tenía que disimular que se estaba quemando en las ganas de volverlo a sentir cerca, dependiendo de ella y en su cama.

—Itachi está en casa desde hace horas, pero al parecer se ha ido directo a dormir. Así que seguiremos su ejemplo, vamos.— Contestó Fugaku ajeno a qué su esposa estaba sin habla por el simple hecho de saber que Itachi y ella  habían estado bajo el mismo techo por horas y no hizo el menor esfuerzo por buscarla.