XIV

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Encendía un cigarrillo. Siempre le gustaba hacerlo, sentía que su vida se consumía como ese tabaco que solía fumarse todos los días.
Niño prodigio, siempre fue llamado de esa manera y hasta ahora había estado perdido en un par de piernas, de las cuales su propietaria había jurado no dejarlo. Eso no había sido muy inteligente de su parte y seguro decepcionaría a más de una persona. Pero su sesión de sexo era un arma de doble filo, por momentos parecía remediar su soledad, pero la mayoría  de veces, por no decir, siempre, se consumía como lo que solía fumar.
Un puto laberinto donde no encontraba salida y había dejado de intentarlo, ya era un caso perdido.
Hasta hace pocos días,por primera vez pudo deshacerse de su agonía , por primera vez no sintió la necesidad de mendigar el perdón de una puta.

Si, eso es lo que era Mei Terumi.
Ella lo emboscó un día que llegó tremendamente mal, que tenía el cuerpo jodido y el alma rota.
Fue un viernes cualquiera donde él se dirigía a su casa, ese día su carro se averió y tuvo que detenerse en unos edificios para poder llamar al seguro y lo repararan de inmediato. No demoraron mucho, pero si lo suficiente para vislumbrar a lo lejos una cabellera negra, por supuesto iba a  apartar la mirada pensando que podía ser cualquier persona, pero la reconoció.

Mikoto estaba a lo lejos, tenía una sonrisa coqueta hacia un hombre que el mayor de los Uchihas conocía muy bien.
Había sido amigo de su padre y de hecho, años atrás llevaron  negocios juntos, pero un día Danzo deshizo la alianza y Fugaku no entendió la razón.
Su respuesta no demoró en llegar con el nacimiento de Sasuke. Un par de días que la pelinegra se sintió bien y se deshizo de su familia como quien tira un trasto a la basura. Sin miramientos y sin detenerse por un instante a pensar en el daño que estaba haciendo.
La muy cruel estaba tomada de la mano con parsimonia sin importarle por un segundo lo que fue de sus hijos y ex esposo.
Por supuesto que para el menor fue difícil, pero no tanto como para Itachi.
Sasuke fue acunado por Tsunade, prácticamente ella fue su madre desde su nacimiento. Pero él ya tenía 6 años cuando Mikoto decidió que era más su devoción a una verga que a su familia. Con ella había compartido gran parte de su infancia, es cierto que la veía poco y nunca fue muy cariñosa con él, pero aún así él la quería. Pero cuando ella los abandonó todo cambió en su casa, Fugaku estaba como sumido en un estado de tristeza perpetuo y fue el pequeño niño de seis años  quien vio a Sasuke junto a la sirvientas al menos quince días, hasta que su hermano menor enfermó y fue llevado al hospital y atendido por la doctora Senju. Ella se conmovió y prometió velar por ellos, hasta que Fugaku pudo lograr olvidar a Mikoto, pero no su traición.
Tsunade se hacía amar y respetar, los quiso y amo como a sus propios hijos. Duraron once años juntos, pero los celos atiborrados de Fugaku terminaron hartando a Tsunade.
Sasuke se había aferrado a Naruto y Sakura como un salvavidas, pero él no tenía con quién hacerlo. Fue un golpe duro de nuevo ver qué otra persona lo abandonaba, realmente había llegado a querer a la rubia de ojos miel.
Todos esos pensamientos llegaron a su mente como balas perdidas que se clavaban en su pecho,  pero lo que acabó por desestabilizar su temple, fue ver el abultado vientre de la que algún día fuera su madre. Ella lo acariciaba y contemplaba como quien ve el más valioso tesoro.  Quizá a ese nuevo ser que traería al mundo ella si lo amaría, estaría con él  o ella, mientras sus otros hijos los había mandando a la mierda.

No quiso ver más.

Itachi nunca pudo mostrar su dolor a nadie, su padre no permitió que tuvieran un duelo en conjunto por el abandono, lo serenó cuando el lloroso preguntó por su madre, y este solo respondió que no volvería más.

Pero, Mikoto le aclaró toda la situación cuando unas semanas después  volvió por sus cosas, justo cuando Sasuke estaba en el hospital y solo el pequeño Itachi aguardaba en la casa. Ni siquiera lo miró, solo le aclaró que ella no quería saber nada de ellos nunca más, que no los quería y que se olvidaran de ella, que se iría para poder ser feliz.

PECADO. (🔞)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora