PECADO. (🔞)

XXIX

                El pecado rompe la armonía.

Sasuke la inspecciona de pies a cabeza, está enojado en demasía por el hecho de que su hermano mayor pudiera perder de vista lo que hace Sakura, y ahora ella llegando como una vulgar puta, con esa asquerosa prenda que apenas la cubre, despeinada y con los ojos hinchados, no piensa con claridad, no advierte que la chica luce asustada, con los ojos llorosos.

Ni corto ni perezoso se acercó a ella y terminó por jalarla del brazo con una fuerza abrupta,  cerrando fuertemente la puerta, ahora sí nada ni nadie iba a detenerlo, nadie iba a frenarlo de volver a encarrilar a su hermana, para volverla a tener don nunca debió salir.

—¡¿Dónde putas estabas, Sakura?!— La inquirió furioso,

Sakura  no responde,  en su mente pasaban las escenas de todo lo vivido esa noche en cámara lenta, como si pudiera ver su propia tragedia desde otra perspectiva , pero eso no sirve de nada, solo la confunde, la aturde y no puede reaccionar ante las insistentes palabras de su hermano, solo rememora una y otra vez lo  sucedido con el azabache mayor y la mirada de decepción del peliplata, esa mirada que la ha calado porque sabe que la a soltado de la mano, cuando más necesitaba ese agarre, pero ella no puede culparlo, ella se corrompió.

Pero todo esto era demasiado para ella, no sabía cómo debe de proceder, que decir, que hacer y no podía retroceder, no podía volver el tiempo.

Escuchaba los gritos y alegatos  de Sasuke, preguntaba sobre dónde había estado y también sentía  los jalones y el agarré firme en sus muñecas, pero Sakura no tiene la mínima intención de responder, le falta fuerzas, valía y ganas, y por supuesto aunque hubiera  dispuesta a contarle cada detalle a su hermano, él no iba a entenderla, de eso era lo único que estaba segura,

—¡Contéstame, Sakura! ¡¿Sabes lo que haz provocado?!— La apretaba más de los brazos, estaba ya dejando marcas, pero poco le importaba, ahora sí la tenía bajo su yugo, no la iba dejar irse de nuevo, desviarse del camino o convertirse en una puta como su madre biológica. —¡Itachi llegó drogado por tu culpa!

Sakura tembló no ante el maltrato de Sasuke, sino ante la mención de su hermano mayor, ante la mención de aquel que se ha convertido en el que desató su  caos.

—Itachi...— Fue lo único que logró decir, lo único que logró acomodar en sus palabras.

—¡Está hasta la madre con alguna puta sustancia que se ha metido, llegó alterado, con la puta desesperación de no saber dónde carajo estabas!  — Su mirada se vuelve fría, definitivamente ya no es el niño inocente que antes era, su grito se intensificó y su carácter heredado por línea paterna sale cada vez más a flote.

—Lo siento, lo siento.—Balbucea

No sabe porque pide perdón, se está doblegando, está  sucumbiendo,  algo de lo que Tsunade desde hace años la había protegido, hoy se está desmoronando, porque su madre no ha querido que sufra esto, la celosía y la manipulación de su familia.

—¡¿Por qué mierda vienes así vestida?!— Sasuke ya no controló su enojo, alzó  su mano contra su hermana, la abofeteó y la hizo caer de bruces en el suelo.

Un hilo de sangre corre por su boca y voltea a ver directo a los ojos de quién alguna vez fue su hermano favorito, no lo reconoce, jamás pensó que él pudiera ponerle una mano encima.

Pero Sasuke no tiene remordimiento, sabe que sí alguien más se hubiera atrevido a tocarla, él se hubiera encargado de hacerle pagar, pero Sasuke puede y tiene todos los derechos sobre ella, esos son sus pensamientos.

Sakura está temblando.

Fugaku está como loco tirando todo a su paso.

—¡Te estás comportando como una ramera en celo!

Tsunade había usado un escote en su vestido para irse a reunir con una amiga, el vestido quedó hecho trizas y ella tenía un hilo de sangre en la boca.

Sakura y Sasuke entraron corriendo al ver a su madre tirada en el piso.
Sakura jamás había visto a su padre tan enojado, pero esa fue la última vez que Tsunade le perdonó sus arranques, un día después le pidió el divorcio.

—¿Sasuke?— Intentó convencerse que fuera un espejismo, un mal sueño, una puta pesadilla.

—Tú haz provocado que me porte así contigo, pequeña hermana.— Suelta con rabia, sus ojos siguen emanando enojo, su mirada sigue furiosa

Sakura sigue en trance, solo observa que el azabache frente a ella es un desconocido, se levanta con la poca valía y coherencia que aún tiene en ella y se intenta alejar de Sasuke, tiene miedo de todo lo que ha pasado, se siente en un sueño alucinado, pero para su desgracia todo lo que está pasando es real.

—¡Ven acá, Sakura!— Esa voz que antes la hacía sentir segura, ahora la hace temblar de miedo. Ella no se espera, no quiere ver más, pero ya no tiene recámara, es obvio que su padre no está tampoco en casa, decide ir al cuarto de Itachi, ya no sabe que está pasando, solo quiero estar lejos de Sasuke.

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Llevaba días sin dormir bien, pero Fugaku la obligó a ir a la escuela una vez más.

Sakura no quería, ya no quería ir a esa escuela. Quería irse lejos, muy lejos de ahí.

Se levantó pesadamente quitando un brazo de Itachi sobre su cintura. Esa noche la relación de hermanos había cambiado completamente, y las que siguieron acabaron por hundirla.