XVIII

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La residencia Uchiha se hallaba en el más sepulcral silencio.

Los únicos que se encontraban ahí eran el azabache menor y su madrastra. Esta última esperando pacientemente en la habitación de Itachi hasta que él llegara, había preparado todo para que está vez las cosas se arreglaran de una vez por todas, necesitaba hacerlo volver y tenerlo de nuevo como un maldito perro detrás de ella.

Mientras que Sasuke estaba sentado en las escaleras que daban a la puerta principal.
Quería ver la cara de Sakura cuando lo viera esperándola, poco le importaba que no hubiese respondido su mensaje, sabía que lo obedecería, siempre lo hacía, al menos hasta hace algunos años. Por eso se encargaría de que se nuevo fuera así, que cumpliera lo que él dijera sin titubear.

Un par de horas más tarde el motor de un carro se escuchó, Sasuke sabía que se trataba de su hermano mayor y eso lo hizo comenzaba a enojarse, Itachi
ya había llegado y la menor no daba señales, estaba consciente que la escuela de Sakura no estaba a la vuelta de la esquina, pero ya había demorado mucho, estaba a punto de llamarla cuando la vio entrar.

Todo parecía en orden ella, solo que su mirada era diferente, estaba molesta. Su semblante era demasiado serio cuando para él siempre había sonrisas, definitivamente tenía que tomar cartas en el asunto. Se paró de la escalera y no dijo nada, la miró de la misma forma que esa mañana, e  intentó tomarla de la mano para llevarla su cuarto y hablar de una vez por todas de su comportamiento, pero  Sakura no permitió que la tocara.

—¡Basta, Sasuke! — Un grito furioso salió de la garganta de la chica.

Ante tal grito,  el mayor hizo su aparición. Itachi siempre había consecuentado a Sasuke en todo, esta vez no sería así, él  protegería a Sakura de todos, aunque no pudiera defenderla de si mismo.

—¡¿De dónde demonios vienes?! Y no creas que se me ha olvidado lo mal que te haz portado hoy en la mañana. —Sasuke ya estaba fuera de sí, no le agradó ni un poco que se le estuviera rebelando, por supuesto su postura era arrogante,y dispuesto  a saber hasta el mínimo detalle de su ausencia y del paradero donde había estado las últimas horas.
A su parecer, Sakura le debía más de una explicación, poco importaba que Itachi lo mirara con reproche, en ese momento necesitaba hacerle saber a la joven quien manda, así que de nuevo iba tomarla así lo quisiera o no pero esta vez fue Itachi quién de un puñetazo lo hizo retroceder.

—¡Te han dicho que basta, Sasuke!— Es obvio que el mayor no aplicó tanta fuerza, pero si lo hizo caer de bruces hacia el piso.

Los gritos de Sasuke  e Itachi  llegaron hasta oídos de Mei quién salió de la habitación ajena, pues reconoció la voz de su amante y presurosa fue a ver qué sucedía.

La escena que observó fue a un Sasuke tirado en el suelo, un Itachi con el semblante más serio que alguna vez había visto y a la molesta hermana de ese par de hombres tan atractivos.

—¿Qué pasa aquí?—Bajó las escaleras vestida como para ir a una pasarela de modas, sus planes al parecer se habían arruinado por los berrinches de esta familia rota, se había esmerado tanto en su arreglo personal y en trazar el plan perfecto para retener a Itachi a su lado que estaba profundamente enojada, pero toda esa molestia era hacia su hijastra, esa niña tan odiosa que está a llegando a descomponer su vida.

—Itachi me ha golpeado por querer corregir la mala conducta de mi hermanita.— Esto último lo dijo con sorna, seguía en el suelo pero ni siquiera veía al mayor, mantenía la vista puesta en la ojijade quién estaba incrédula a todo lo que están pasando.

El plan del menor es que que ahora ella sintiera culpa, que se arrepentiría de sus actos y le pidiera perdón, él lo haría, la perdonaría, pero tenía que regirse a su modo.

PECADO. (🔞)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora