They shine for you, my love 곷 Chaelisa

Angry and Jealous

El lunes a las tres de la mañana comenzó la gira.

Duraría un mes y medio, y estaría repleta de fiestas y recitales. Muchos recitales.

Jennie y Hoyeon habían prometido visitarlas en algunas de sus paradas, y se habían compadecido de Lisa por tener que convivir con aquellas cuatro desastrosas muchachas durante tanto tiempo.

El bus de gira era completamente negro por fuera, y muy, muy lujoso por dentro.

En el primer piso se encontraba el área de la sala de estar, que contaba con unos cómodos sillones en tonos marrón, la lujosa cocina y el comedor. En el segundo piso estaban las 'camas'. Habían seis en total, empotradas en la pared, de a dos, con unas oscuras cortinas corredizas para más privacidad. Al final de todo se encontraba el baño.

Lisa se había esperado un pequeñísimo espacio, pero aquel baño competía con el de cualquier casa de ciudad.

La castaña observó con los ojos como platos como las cuatro muchachas corrían a apropiarse de las camas de abajo, peleándose y empujándose entre ellas. Se notaba que tenían práctica en esto de los bus de gira. Parecían un grupo de niñas. Lisa soltó una carcajada cuando vio la expresión derrotada de Jisoo, que le tocó dejar su bolso en una de las camas de arriba, sobre la de Seulgi.

Con una risita, Lisa se acercó a donde Roseanne había ido a parar, la cama más lejana desde la puerta y más cerca del baño, y colocó su bolso en la que estaba arriba. Sonrió cuando las manos de Roseanne, sentada en su cama, la tomaron por la cintura, haciéndola pararse entre sus piernas.

-Escogí la mejor.-Susurró, orgullosa, y la castaña soltó una carcajada.

-¿Es la mejor?

Ella asintió.

-Porque no tenemos vecinos.-Señaló con la cabeza frente a ellos, en donde había un placard empotrado, en lugar de más camas.

-Pero me dejaste la de arriba.-Le susurró acusadora la castaña, deslizando sus dedos entre los rubios cabellos de su novia.

Roseanne bufó.

-Es obvio que vas a dormir aquí conmigo.

-¿Entraremos allí ambas?

-Claro que sí.-Roseanne la tironeó, hasta que quedó sentada en su falda y pudo fijarse en el interior del cubículo.

Parecían pequeñas desde afuera, pero eran más grandes de lo que ella había creído.

-Acomódate, estamos por salir. Vuelvo en un segundo.

En cuanto Roseanne desapareció por las escaleras, Lisa se mordió el labio mirando a su alrededor.

Hyeri ya estaba roncando con la cortina corrida, frente a ella, en la cama de abajo, Seulgi tecleaba a la velocidad del rayo en su celular último modelo, y en la cama de arriba, Jisoo leía unos cuantos papeles que tenía entre las manos.

¿Debería ponerse sus pijamas o quedarse así? Echándole una mirada a su atuendo, unos enormes pantalones de chándal y un sweater lavanda, decidió que debería acostumbrarse a vivir rodeada de otras mujeres. De esas cuatro mujeres, en particular, así que tomando su bolso de viaje, desapareció por la puerta del baño.

Cuando salió, ya enfundada en su pijama de dos piezas con estampado de pajaritos rosas volando por aquí y por allá, se dirigió hacia donde Roseanne ya estaba despatarrada, dentro de su cama, guardándole un lugar para ella.

-Si no entramos me voy arriba.-Le avisó, acostándose junto a ella luego de cerrar la cortina negra.

Roseanne soltó una risita burlona.