Roseanne observó a la castaña dormida junto a ella, que apoyaba la cabeza sobre su regazo y una de sus pequeñas manitos sobre su rodilla, y siguió acariciando su larga cabellera con suavidad, ignorando por completo la película que emitía pequeños destellos de luz sobre el rostro de Lisa.
Nunca, nunca en sus veintidós años de vida se había sentido así. Era como si todo su mundo girara alrededor de esa mujercita, sólo ella. Adoraba todo de Lalisa. Su voz, su humor, su estatura, sus pecas, sus ojos, su risa, sus tonterías, su insaciable curiosidad y esa infinita ternura e inocencia que se reflejaba en cada parte de su ser.
Era hermosa.
Era suya.
Con una sonrisa, Roseanne se levantó cuidadosamente del sofá, sosteniendo la cabeza de Lisa para que no se despertara. Apagó el televisor y volvió a tomarla en brazos para llevarla a la habitación.
Una vez arriba, corrió las sábanas como pudo y metió a la muy dormida Lisa en la cama.
No sabía que se supone que debería hacer. ¿La dejaba con los jeans puestos o no?
Finalmente se decidió a quitarle las zapatillas, seguidas por las medias, y comenzó a desabrochar el botón del jean, pero se quedó dura cuando Lisa comenzó a removerse.
Extrañado, la vio levar sus manos a su espalda, arqueándose hacia arriba y desabrocharse el corpiño, el cual salió volando por la habitación en cuanto estuvo fuera de ella.
-Odio esa cosa.-Murmuró Lisa muy bajito, antes de suspirar y volver a acomodarse para seguir durmiendo.
Roseanne reprimió una carcajada y terminó de quitarle los jeans, mordiéndose el labio cuando las rosadas panties de Lisa quedaron a la vista.
Sacudiendo la cabeza, Roseanne desasió de su ropa y, sólo en ropa interior, se metió en la cama junto a Lisa, que inmediatamente se giró hacia ella y la abrazó con fuerza.
La rubia sonrió todavía más ampliamente.
A pesar de la excitación que crecía entre sus piernas, estaba feliz de tenerla allí, sin hacer nada más que sostenerla entre sus brazos y verla dormir.
Adoraba verla dormir.
Era inquieta y hablaba mucho, mientras enredaba sus piernas con las de la rubia y murmuraba algo acerca de no querer irse jamás.
Roseanne inclinó la cabeza para besarla en la coronilla, mientras de a poco el sueño la llevaba a ella también.
.
A las diez y media de la mañana, Lisa abrió un ojo, y luego el otro.
¿Dónde estaba? ¿Qué había hecho anoche? ¿Quién era-
Oh, cierto.
Lisa sonrió adormiladamente mientras recordaba la película y finalmente, haber caído dormida sobre el regazo de su novia.
Ella debía de haberla traído hasta su cama.
Desperezándose, Lisa se giró dentro de los brazos de Roseanne, para encontrársela durmiendo a solo uno par de centímetros de su rostro, mientras rodeaba su cintura con sus finos brazos.
Mordiéndose el labio, Lisa levantó su mano y la deslizó con suavidad por la mejilla de la rubia, bajando por su barbilla y finalmente apoyándola sobre su pecho.
Sin poder evitarlo, miró hacia abajo e inspiró hondo.
Tenía un cuerpo de pecado.
Todo planos duros, fuertes y hermosos. Deseó recorrer su torso con su mano, pero se contuvo, ¿Y si se despertaba?
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They shine for you, my love 곷 Chaelisa
FanfictionLisa, inocente y entusiasta, huye a Seul, buscando cumplir su sueño. Roseanne ya lo cumplió hace tiempo, pero no es más que una estrella de Rock egocéntrica, cínica y superficial. Tan diferentes, pero destinadas.. ¿Verá Seul florecer el amor entre d...