Mi Mejor Problema (AD #3) ✓

47.- Mal

Dove

Por un momento no puedo reaccionar o procesar lo que está sucediendo. Mis ojos se abren de golpe y veo cabello rubio cayendo como cascada junto a mi rostro, una pequeña mano en mi mejilla y los labios de mi mejor amiga sobre los míos.

Al momento en que caigo en cuenta sobre lo que está pasando, aspiro aire por el shock, pero Jessica confunde ese acto con una invitación para profundizar el beso. Al momento en que siento su lengua sobre la mía, me armo de valor y tomo de sus hombros para empujarla y alejarla de mí lo más fuerte que puedo

Me encuentro aturdida mientras me incorporo, todo el cuerpo me duele y este beso no ha hecho más que empeorar el dolor de cabeza que ya había sentido. Miro a Jessica con ojos muy abiertos y es como si no pudiera reconocerla, no quiero reconocerla. No quiero asimilar que mi mejor amiga acaba de meter su lengua en mi boca.

Tiene los labios hinchados y el labial corrido, toco mis labios y siento su brillo labial en ellos. Limpio mi boca instintivamente con el dorso de mi mano.

Jessica no dice nada, solo respira tan rápido que su pecho sube y baja cada vez que toma aire o lo expulsa. Sus ojos lucen vidriosos y se me congela la sangre en las venas al identificar esa mirada como deseo.

Y es peor porque ahora me doy cuenta de que no es la primera vez que me mira así.

Cuando la veo, no puedo evitar pensar sobre nosotras y nuestra amistad. Desde el primer día de escuela, cuando ella se acercó a hablarme y me dijo lo mucho que le gustaban mis ojos, hasta ahora, en el momento justo antes de besarme cuando me estaba abrazando y consolando.

Simplemente... es demasiado.

—Jess... —murmuro con la voz ahogada y ella cierra sus ojos, respira hondo y me mira otra vez, ahora con la frialdad con la que nunca me ha mirado.

—Bien, lo entiendo —dice y aparta la mirada—. No tienes que decir nada.

—Jessica...

Ella mira al techo justo antes de bufar y ponerse de pie. Empieza a caminar de un lado a otro, pasándose una mano por el cabello y mirándome después de eso.

—Siempre has estado detrás de Logan, Dove. Siempre.

—Jess, no tengo idea de qué estás hablando o qué está pasando —susurro y ella regresa a la cama a sentarse.

—Siempre he sido opacada por él —murmura, con la mandíbula apretada y mirándome a los ojos—. Y me alegraba tener al fin a alguien para mí. Sabes que soy bisexual y te amé desde que te conocí, pero después tú lo conociste a él y... y quedé opacada otra vez.

No digo nada, estoy lo suficientemente aturdida como para decir algo. Son muchas cosas pasando a la vez como para que siquiera pueda pensar en algo para decirle a mi mejor amiga, quién, por cierto, acaba de decirme que está enamorada de mí.

Lo único que siento son las lágrimas cayendo de mis ojos hacia mis mejillas, pero más allá de eso, no soy capaz de hacer o decir nada. Es como si estuviera entumecida.

Jessica me mira con ojos brillantes al ver que no me he movido y toma mi mano que está sobre la cama.

—Y después viniste este verano y... yo pensé que, no sé, podría pasar algo entre tú y yo, pero pasó con él. Porque siempre lo has elegido a él, pero, ¿cuándo será mi turno? ¿Cuándo me amarás como lo amas a él?

La simple mención de Logan hace que el dolor vuelva a mi pecho y se mezcle con el dolor que estoy sintiendo por Jessica, porque no importa lo que pase, romperé su corazón.

—Jess —susurro y levanto mi mirada de nuestras manos—. Así no funciona.

—¿Qué? —pregunta, retirando su mano lentamente de la mía.