Prólogo.

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—Y eso aumentaría... —Jongdae se interrumpió en cuanto la puerta de su despacho fue abierta—A-aumentaría nuestras ganancias en un... ¿Me disculpan solo un segundo?

Sin esperar la aprobación de la junta, Jongdae apagó su cámara y fijó su mirada en la niña que esperaba en la puerta cargando al bebé.

—¿Hana, qué pasa? —le preguntó intentando contener su irritación—. ¿No te pedí que no me interrumpieras?

—Se hizo popó —la niña anunció y en su boca se formó una mueca llena de desagrado.

Jongdae abandonó su silla con resignación y tan pronto como le sacó al bebé de los brazos, la pequeña se fue por el pasillo haciendo ondear su vestido.

Por supuesto que se había hecho, el olor inundaba todo el pasillo. Jongdae suspiró y se precipitó al cuarto del bebé para cambiarle el pañal lo más rápido que le fuera posible. No le molestaba atenderlo, pero ¿por qué siempre le daba por cagar cuando él estaba en una junta?

Lo dejó de nuevo en la sala junto a sus hermanos y volvió a la junta, pero para su sorpresa los únicos presentes en la videollamada eran él mismo y su jefe.

—Junmyeon... lo siento.

—Jongdae, entiendo que estás pasando por una situación muy difícil —su jefe murmuró sobándose las sienes—, pero debes conseguir a una niñera y volver aquí.

—No puedo seguir dejándolos con una extraña que solo durará una semana o dos, ellos ya han sufrido bastante.

—Mira, yo te entiendo, de verdad, somos amigos. Pero esto no puede continuar así, sé que tus hijos te necesitan, pero nosotros también te necesitamos aquí en la oficina. Te daré el resto del día para que lo resuelvas y mañana te quiero aquí a primera hora, ¿de acuerdo?

Jongdae lo miró, resignado. No quería que lo despidieran ni renunciar; disfrutaba su trabajo, la paga era envidiable y además se lo debía a Junmyeon.

—De acuerdo —murmuró y la videollamada se desconectó.


Arrastró sus pies hasta la sala y observó a sus hijos por un instante. Hana y Baekhyun jugaban con disfraces y algunas sábanas y Ken se entretenía babeando un sonajero en su corral. Jongdae sintió que su estómago se retorcía por la angustia. ¿De dónde iba a sacar una niñera para mañana si aparentemente ya había entrevistado a todas las que había en la ciudad?

La puerta principal se abrió y su madre entró, cargando algunas bolsas con dificultad. Los niños saltaron contentos al verla.

—Lo siento, cariño —ella se disculpó con Jongdae mientras este le sacaba los comprados de encima—. No pude llegar antes.

—Ya no importa —Jongdae murmuró y giró sobre sus talones para llevar todo a la cocina.

—¿Qué sucede? —ella preguntó.

—Junmyeon dijo que debo volver mañana o van a despedirme, pero ya no quiero dejarlos con  desconocidas, podrían suceder tantas cosas.

—Tienes que dejar de rechazarlas —ella señaló suavemente—. Debes entender que ninguna será como su madre.

—No espero que sean como su madre, solo no quiero seguir arriesgándome con desconocidas. No quiero tener que volver a dejarlos con alguien que les hará daño de una forma u otra.

Jongdae continuó guardando la despensa pensativamente hasta que su madre volvió a hablar.

—Sé de alguien —ella dijo de pronto, chasqueando sus dedos como si hubiera encontrado la solución—. ¿Recuerdas a Marta?

Jongdae negó.

—¡Si te la presente la última vez! —la señora Kim exclamó—. Siempre olvidas todo... pero, bueno, el asunto es que ella tiene un hijo que busca empleo, es un buen chico y se le dan bien los niños, incluso trabajó un tiempo en una guardería. Marta me comentó que tiene algunos meses desempleado.

—¿¡Un hombre!?

Su madre asintió como si aquella fuera la mejor de las ideas. Jongdae frunció su entrecejo y se giró para mirar a sus hijos.

No, dejarlos con un hombre podría ser incluso peor, pero ¿cuántas opciones le quedaban?

—Voy a llamar a algunas de las tentativas de la semana anterior, si no consigo nada lo pensaré.





Gracias por darle una oportunidad a esta historia, sé que les debo algunas secuelas de otras historias, pero esta ha estado luchando por salir de las mazmorras y no puedo contenerla más, espero les guste!

A modo de advertencia, saben que lo más probable es que tarde unas horas, días o meses en actualizar, lean bajo su propio riesgo. 

Miau 🖤

Los Hijos Del Señor Kim [Chenmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora