Preparar una fórmula no parecía ser algo muy complicado, justo como el señor Kim le había dicho, las instrucciones estaban en la lata. Lo verdaderamente difícil era prepararla con una sola mano ya que aún cargaba al bebé en uno de sus brazos. Para colmo, Kenji luchaba por tomar todo lo que veía y se molestaba cuando Minseok frustraba sus planes.
Minseok había intentado ponerlo en el corral para poder preparar su biberón, pero cada vez que lo había acercado, Ken había encogido los pies como si el fondo estuviera hecho de fuego y había arrugado su rostro al borde del llanto. Minseok prefirió cargarlo a escucharlo llorar de nuevo.
Cuando finalmente el biberón llegó a su boca, Kenji empezó a succionar como si no se hubiera alimentado en un par de días. Succionaba casi sin respirar y Minseok temió que fuera a atragantarse. Por suerte no lo hizo. Cuando solo quedaba alrededor de una onza de fórmula, el bebé se quedó dormido. Minseok le sacó el biberón con mucho cuidado y lo puso en el comedor. Luego emprendió la misión más difícil de toda su vida; acostarlo en la cuna sin que se despertara.
Fue como si aún dormido tuviera un radar, tan pronto como Minseok lo acercaba a la cuna, el quisquilloso bebé despertaba y empezaba a llorar.
Con lo que Kenji no contaba, era con que Minseok no había nacido para ser derrotado por un oponente en pañales; Minseok podía llegar a ser incluso más terco que él.
Finalmente, luego de ocho intentos, lo logró. Lo dejó acostado panza abajo sobre el colchón y, siguiendo los consejos de un dudoso tutorial en Internet, le puso una manta gruesa y un poco pesada sobre la espalda. El autor del video había explicado que al ponerle algo de peso el niño sentiría que estaba acompañado y por lo tanto dormiría más profundamente. La verdad es que Minseok no creyó ni una sola palabra de aquello, pero sorprendentemente el niño se quedó dormido con la manta encima, así que dejó de cuestionarse su credibilidad.
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Aunque sentía que avanzaba a ciegas, terminó por servir otro tazón de cereal a los otros dos niños y se dispuso a limpiar el desorden que había en la cocina, cuando la dejó impecable, fue a por el desorden de la sala.
Cuando por fin tuvo todo limpio y en su lugar, se sentó en un sofá junto a Baekhyun y Hana y miró distraídamente el programa infantil.
Un minuto. Su preciado y bien merecido descanso solo duró un minuto, antes de que Kenji decidiera que había dormido lo suficiente. Por supuesto, lo primero que hizo al despertar fue empezar a llorar, de nuevo, como si alguien estuviera torturándolo.
Minseok dejó escapar un suspiro. Se levantó del cómodo sofá con esfuerzo y fue a la habitación del bebé. El niño estaba de pie en la cuna empuñando los barrotes como un prisionero.
—Oye, tranquilo, aquí estoy.
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Casi al medio día, cuando la puerta se abrió, Minseok vio entrar a la abuela de los niños casi como si la mujer fuera un ángel bajando del cielo. Los niños dejaron de corretear por la casa inmediatamente y corrieron a saludarla. Ella empezó a repartir bananas y los niños las recibieron con gran emoción. Minseok los imaginó como a un par de adorables changuitos.
Él también se puso de pie para recibir a la mujer y se ganó una banana para él y otra para Kenji. Ella le obsequió una gran sonrisa y luego besó las mejillas del bebé, quien no pareció muy contento con ello.
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Los Hijos Del Señor Kim [Chenmin]
FanfictionJongdae está desesperado por encontrar una niñera a la que pueda confiarle el cuidado de sus tres hijos. Minseok busca empleo desde hace meses, pero por su cabeza jamás se cruzaría la idea de buscar empleo como niñero. ⚠️ Chenmin ⚠️ Intento de co...