Secreto (Minsung)

Capítulo 2

Abrí mis ojos de una con solo la imagen del techo de mi habitación, la luz del sol me lastimaba los ojos pero lo que realmente me estaba molestado era el sonido de mi celular, alto e insistente. Palpé la cama intentando encontrarlo pero no había nada en el lugar que siempre lo dejaba, alado de mi almohada.

Los recuerdos llegaron como balas, en flashbacks entre cortados que no me daban la historia completa pero tampoco dejaban mucho a la imaginación. Demonios, qué demonios había hecho, tapé mi cara con desesperación como si eso fuera a quitar un poco de la vergüenza que sentía y pataleé en mi cama en un intento de que un berrinche aliviará un poco de las emociones encontradas que sentía.

El teléfono siguió sonando y me tuve que levantar a tomar la llamada, era de bangchan, iba quejarme por la hora pero ya eran las 10 de la mañana y teníamos trabajo por hacer. Probablemente iba tarde.

Decidí no contestar y solo mandarle un texto a chan diciéndole que no se preocupara y que iba en camino, entonces noté que mi ropa no era la misma del día anterior, incluyendo mis calzoncillos. Que vergüenza, Lee know me había cambiado de ropa y posiblemente limpiado la noche anterior, ya no olía el alcohol que había derramado sobre mi pecho y los restos de mis niños ya no estaban en mi abdomen, incluso mis calcetas ya no estaban.

A pesar de la cantidad cuestionable que había bebido sabía perfectamente lo que había pasado, las imágenes borrosas no eran el problema, más bien el recuerdo de mis gemidos y las cosas que hice me comían vivo, y para hacer mi infierno más grande tenía que ir a la sala de ensayos y ver a Lee know a la cara. Qué demonios iba hacer, no estaba seguro ni siquiera de poder verlo a los ojos sin que la vergüenza me haga ver como un tomate o peor aún actuar tan raro que todos los chicos pregunten sobre que pasaba conmigo.

Ya no había nada de alcohol en mi sangre, ya no podía ocultarme en la escusa de que no sabía lo que hacía o decía y en ese momento pensaba que han jisung borracho era probablemente más capaz de lidiar con esa situación que han sobrio.

El infierno siguió todo el camino a la empresa conmigo moviendo mis piernas nerviosamente y rascando mis pulgares uno con el otro. Una vez en la compañía no me di cuenta en qué momento había llegado enfrente de la puerta de la sala de ensayos, quizá lo mejor era decir que me sentía mal y ahorcarme con una bufanda con la puerta con seguro para que nadie encontrará mi cuerpo.

Una voz me sacó de mi trance empujándome de la espalda hasta entrar —Qué haces afuera, llegas tarde y aún así nos quieres hacer esperar más—me dijo Chan con un intento de reproche cuando claramente estaba jugando conmigo. No dije nada y solo dejé que me guiará en el camino hacia dentro mientras yo ponía toda mi atención en el piso y no pensaba quitar mi atención de ahí.

La práctica inició con normalidad, para todos los demás probablemente, por que de mi parte no podía concentrarme, ni siquiera me daba cuenta que estaba haciendo las cosas mal, solo intentaba no cruzar miradas con Lee know y sacar su sensual voz de mi cabeza, la sensación de sus manos acariciando mi espalda me dejaba inmóvil y Chan no tardó mucho en notar que algo andaba mal conmigo. Disimuladamente nos dijo que descansaramos un momento, que tenía algo que hacer y volvía enseguida. Pero más que ayudarme me estaba metiendo en problemas.

Me senté en el piso lejos de los demás y seguí con mi atención puesta en el piso, una parte de mí quería tomar al toro por los cuernos , pero me costaba ser sincero y aceptar que a pesar del infierno que estaba pasando no me arrepentía de nada, es más, algo en el fondo de mi corazón estaba feliz de ese extraño accidente y antes de poder tener una sincera conversación conmigo mismo alguien se sentó a mi lado y no necesitaba más información más que sus tenis que era lo único que alcanzaba a ver para saber de quién se trataba.