Capítulo 20

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Estuve un buen rato llorando en los brazos de Chan, sabía lo humillante que era, pero de alguna forma me sentía tranquilo, como si por fin me hubiera quitado un peso de encima dejando mis sentimientos medio en claro, seguía sin entender a Christopher pero presentía que para eso iba a tener más tiempo.

Cuando dejé de llorar la vergüenza no me permitió dejar mi escondite y simplemente dejé que me consintiera dándome suaves caricias por toda la espalda, no sabía que pasaba por su mente pero sinceramente estaba tan cansado que no quería saberlo por lo que en algún punto me quedé dormido.

Al momento de despertar pude ver a chan del otro lado de la habitación con su computadora probablemente trabajando, me había acomodado y arropado, incluso tenía puestos los audífonos para no hacer ruido y que yo pudiera dormir tranquilo, una belleza de persona como siempre.

-Eres un workaholic, lo sabes verdad- le dije dandole una patadita para que me prestara atención.

-Lo sé, alguien debe hacerlo ¿dormiste bien? ¿te sientes mejor?--La vergüenza puso mis mejillas rojas y simplemente asentí a lo que había dicho, tenía miedo de hablar sobre la noche anterior.

Chan cerró su computadora dejando sus audífonos sobre ella y se subió a la cama tomando nuevamente la manta para taparme y abrazarme a través de ella, no dijo nada, solo me abrazó por la espalda haciendo que mi corazón latiera como loco.

Por un momento pensé que se había quedado dormido porque no hacía ningún ruido y al estar detrás de mí no podía ver su rostro, pasó suficiente tiempo para que la duda fuera más grande que la vergüenza y volviera a sentir la comodidad de estar en sus brazos.

Él era como una casa, siempre que algo pasaba sabía que me ayudaría a solucionarlo, no importaba cuan tonto o inmaduro haya sido, él siempre estaba ahí para mí, cuidandome, regañandome de la forma más dulce posible e impulsandome a ser mejor.

Lo amaba y a pesar de terminar llorando toda la noche anterior seguía sintiendo lo mismo, quizá más pues después de haber causado tantos problemas él simplemente me abrazaba preguntándome cómo me sentía.

Suspiré al darme cuenta de lo jodido que estaba, las cosas saldrían o muy bien o muy mal, pero definitivamente no podía dejar ir mis sentimientos tan fácil, podía hacerme la mierda que quisiera pero si al siguiente día me abraza y trata como lo más preciado, terminaría perdonandole cualquier cosa.

-Creo que es hora de que regresemos, le avisé a los demás que estabas bien pero tengo que volver al estudio- acarició mi cabeza y depositó un pequeño beso en mi nuca.

Estaba demasiado confundido-Sobre lo de ayer...-dije temeroso a que todo haya quedado como un capricho nuevamente y tendría que lidiar con ser tratado como un hermano menor otra vez.

-Hablaremos de eso después, debes descansar, tal vez el estrés te está afectando-no lo dejé terminar pues sabía a que dirección se dirigía eso.

-No Christophe, no estoy confundido por el estrés, todo lo que he dicho y hecho es porque estoy perdidamente enamorado de ti y ya no puedo soportar ser tratado como un hermano menor-dije casi gritando por lo molesto que era regresar al principio a pesar de todo-Eres demasiado lento viejo.

Antes de que me levantara y me marchara del lugar por la impotencia que me había causado me tomó del brazo para volver a tirarme a la cama y me besó tomándome del cuello para que no escapará a ningún lado ¿cómo podría hacerlo? No cuando me había besado con esa intensidad, no cuando su boca llenaba la mía mientras sus manos controlaban mis movimientos con tan poca fuerza, ese era un beso real, de alguien que me veía con deseo.

-Es lo que intento decirte, estás demasiado tenso para hablar ahora. Además por favor deja de decirme viejo, entendí completamente la situación hace mucho, sólo necesitaba estar seguro de la estupidez que estaba a punto de cometer, a diferencia de ti yo si pienso las cosas antes de hacerlas.

Secreto (Minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora