Extra minsung

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Las cosas se habían calmado bastante, no insistimos en saber lo que pasó y confiamos ciegamente en las palabras de Bangchan, sabíamos que con el paso del tiempo él podría decirnos más, pero por ese momento solo nos quedaba disfrutar mientras las cosas estuvieran tranquilas o por lo menos tranquilas en términos de skz.

Fuera de eso todo estaba normal, demasiado, nuestra vida de pareja no eras muy diferente a lo que éramos antes; comer, ver series, dormir, todo era lo mismo, dos idols que eran muy cercanos, a mi parecer lo único que había cambiado era el contacto físico-que ya era bastante- los besos y el sexo eran la cereza del pastel, pero después de tantos problemas, tuvimos, no sé si por venganza de jyp, unas semanas agotadoras, y no era solo el cansancio que nos hacía llegar casi a desmayarnos, tambien era la advertencia que nos hizo chan sobre “no ser ruidos”.

Por si no fuera suficiente la vergüenza de saber que no solo sabían de mi intimidad, si no que también me habían escuchado, la abstinencia me estaba consumiendo vivo, no sabía si Minho estaba en las mismas que yo, tenía la esperanza de no ser el único sufriendo, pero aparte del cansancio físico se veía bastante bien, lo que hasta cierto punto me molesta “¡Tú Me convertiste en esta porquería caliente!”  quería gritarle cada vez que me daba un suave beso que me dejaba con ganas de más.

No sabia que hacer al respecto, estaba en el limbo entre volver a ser virgen, usar alguno de los juguetes que me regaló o volver a tirar a la basura mi dignidad y rogarle que me cogiera un día de estos.

Lo de usar los juguetes ya lo había hecho y no era el mismo resultado, algo se sentía mal cada que terminaba y me daba cuenta de que estaba sólo en mi habitación, y por supuesto que mi pobre corazón solo me hacía pensar en lo mucho que extrañaba estar en los brazos del hombre que amo-a pesar de habernos visto ese mismo día- por lo que solo me quedaban dos opciones.

–¿Todo bien? no dejas de suspirar—la voz de chan me sacó de mis pensamientos y su mano en mi muslo me regresó al estudio en donde llevábamos algunas horas componiendo–Si estás cansado puedes dormir un rato en el sillón, yo seguiré con lo que estás haciendo–me regaló una de sus brillantes sonrisas.

Lo miré por algunos segundos, dudando si era algo que podía platicar con él, la confianza era suficiente, quizá tenía algún consejo para mí o podría disimuladamente decirle al idiota de Minho que necesitaba ponerme más atención. Sin darme cuenta me encontraba pensando nuevamente en cuanto necesitaba de la atención de Minho, tuve que bajar la vista pues era vergonzoso pensar sobre eso en medio del estudio, sin mencionar que chan estaba mirándome.

Chan levantó una ceja por mi repentina reacción y pude seguir la línea de sus bíceps por la playera que tenía puesta, sus brazos eran fuertes, no podría decir si igual a Minho, pero definitivamente era alguien que podía hacer un desastre de mí.

La vergüenza aumentó al darme cuenta sobre lo que estaba pensando y levanté la mirada buscando que quizá su rostro me distrajera de las malas ideas–Hey, no me mires con esa cara–respondió con una pequeña sonrisa en su rostro–tienes dueño. Se lo estas pidiendo a la persona equivocada–acarició mi labio inferior con su pulgar y me dio la mirada más sexy que alguna vez vi en su rostro.

No podía mentir, algo hizo click en mi cabeza dejándome en shock, ese era el verdadero bangchan, dominante al punto de no necesitar de mucho para hacerte dejar de funcionar y por un momento me imaginé lo que sería ser controlado por él.

Sacudí mi cabeza intentando dejar atrás esos pensamientos, debía pensar en una forma de volver a intimar con Minho antes de que comenzara a pensar en estupideces, chan solo soltó una carcajada–si Minho lo aprueba, puedo ayudarles–a qué demonios se refería, revolvió mi cabello y se levantó de su silla, caminó a la cabina mientras yo seguía pensando a qué clase de “ayuda” se refería y que clase de trato del infierno me iba costar.

Secreto (Minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora