Dove
Dos semana después...
—¿Por qué no vienes a Los Ángeles conmigo de una vez? —pregunta Gabriel de nuevo y yo coloco mis ojos en blanco.
Ambos estamos sentados en los columpios del jardín trasero de la casa de mi infancia, donde me he escondido durante las últimas dos semanas sin contactar a nadie, incluyendo a Gabriel, lo que lo ha traído a Oregon una vez más para poder comunicarse conmigo y preguntarme qué es lo que va mal.
Le conté todo y él simplemente lo escuchó. Lo entendió y entendió mi dolor. Está atravesando su divorcio, así que entiende un poco el por qué me duele tanto y no me recriminó jamás, solo no comprende el por qué sigo aquí.
Yo tampoco lo entiendo.
—Es la quinta vez que me lo preguntas —digo, mirando hacia el invernadero y llevando la cuenta de cuantas veces ha sacado el tema en la última hora.
Lo escucho suspirar.
—No es por ser insensible, Dove, pero necesitas salir de esa ciudad olvidada de Dios e ir hacia donde tienes que ir. Seguir cumpliendo tus sueños, por lo que te esforzaste durante años.
Aprieto mis labios, sin mirarlo.
—Son mis vacaciones, Gabriel.
—No, las vacaciones se suponen que deberían ser divertidas y estoy seguro de que no te estas divirtiendo en absoluto.
—Bueno, tampoco me divertiría en Los Ángeles.
—Por supuesto que sí.
—Ah, ¿sí? —lo miro con tanta emoción como puedo reunir, que es básicamente nula—. Estaría sola, Gabriel. Siquiera aquí me encuentro con mi hermano y mis padres y...
—Y con los Jones, quienes, por cierto, te han hecho la vida imposible —grazna y yo respiro hondo.
—Ya te dije que no los menciones.
Él suspira.
—No estarías sola, Dove. Estarías conmigo. Somos buenos amigos y sabes que no me gusta verte triste.
Eso me hace sonreír lentamente.
—No te gusta ver triste a nadie en este mundo.
—Es porque la vida ya es muy mierda como para no estar feliz todos los días. Siempre me mantengo positivo... aunque es un poco difícil, intento pensar en las cosas buenas y no en las malas.
—¿Qué cosas buenas, Gabriel? —pregunto con amargura—. Me humillaron. Además, no entiendo por qué eres tan positivo después de lo que tu exesposa te hizo.
—Porque pienso a futuro, Dove —dice, mirando también hacia el invernadero—. Sí, ahora me duele lo que ella me hizo, pero sé que, si me hubiera enterado después, sería peor. Es mejor ahora que las niñas tienen un año, así no entenderán por qué el hombre que las crio ya no es su padre.
A pesar de lo que dice, puedo ver tristeza en sus ojos. Gabriel se está divorciando de su exesposa gracias a que las niñas que él pensó eran sus hijas, no lo eran y esa mujer se lo hizo saber de la forma más dolorosa posible.
Sin embargo, esa es otra historia.
—No soy tan madura como tú —digo y lo miro—. No soy tan valiente o fuerte como para tomar mis cosas e irme de aquí. Yo... no sé por qué no puedo, pero no puedo.
—Sí eres valiente, Dove —dice con una sonrisa amigable—. Eres una de las personas más feroces que he conocido y no es una mentira, se necesita valentía para sobrevivir en este negocio y tener la carrera tan limpia qué estás teniendo. Eres una gran artista, solo necesitas recordar lo fuerte que eres.
![](https://img.wattpad.com/cover/316195588-288-k665479.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mi Mejor Problema (AD #3) ✓
Romance(Serie Amores Destinados, libro 3) Dove y Logan eran tan opuestos como el día y la noche, como el ying y el yang, y al igual que el bien y el mal, funcionan bien juntos. Solo que... eso significa otro problema para ambos.