16. Problema solucionado

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Briel

Uno las partes que le faltan a la cama de Santino y me doy por satisfecho, solo hasta que algo no cuadra. Miro el tornillo que hay en mi mano, luego al fabuloso auto que tengo delante. Este colchón es lo mejor que he hecho en mi vida, no puedo fallar.

—Papá, creo que va ahí. —Señala el nene, sentado a mi lado en el suelo. Él me sonríe, así que yo hago lo mismo—. ¿Por qué me miras tanto? Te dije que va ahí. —Se ríe.

Muevo la cabeza para reaccionar, luego atornillo lo que me falta.

—¡Una obra maestra! —declaro sin responder a la pregunta del niño—. ¿Tú qué opinas?

—Que me gusta pasar tiempo contigo.

Dejo de sonreír.

—Qué raro que tu madre no nos haya interrumpido —cambio de tema.

—¿Por qué no quieres ser mi papá? —Frunce el ceño.

—¿No puedo ser otra cosa? —consulto, sintiéndome incómodo.

—No, yo quiero un papá, como mis amigos.

—Ah, entiendo —susurro, mantengo la mirada en la cama.

—¿Por qué no quieres ser mi papá? —insiste.

—Ya te dije que no puedo ser tu padre.

—¿Por qué? —repite.

—Porque no sería bueno para eso —aclaro.

—¿Por qué? —vuelve a repetir.

—Porque... —Me trabo, poniéndome triste, y suspiro—. No lo sé, eso escuché, y creo que tenían razón, no sé por qué tú no lo piensas así. —Al fin giro mi vista a mirarlo.

Sus grandes ojos verdes me observan, muy fijo.

—Para mí están equivocados, ¿no viste? —Se pone a contar con sus dedos—. Me llevaste al colegio, me enseñaste de la especulación, me regalaste una cama y la armamos juntos, no veo qué hay de mal padre en eso.

—No estuve todos estos años —le recuerdo.

—¡Pequeñeces sin importancia! —Hace un gesto gracioso e intento no reír—. Ahora estás aquí. —Sonríe—. Problema solucionado.

Me genera una sonrisa también.

—¿Por qué no habré hablado contigo antes? —Me río esta vez—. Eres un genio, seguro lo sacaste de mí.

—Gracias, un honor —expresa con confianza—. ¿Ya vas a ser mi papá o seguimos evitando el tema? —me provoca, entrecerrando los ojos, como para desafiarme—. ¿Y? Habla.

—Ah, no sé, me duele la espalda —declaro en tono burlón.

Se ríe, entendiendo el chiste, así que también se burla.

—Viejo pollerudo.

Me río también, entonces me levanto del suelo, así que él hace lo mismo, me sigue, saltando, al salir de la habitación. Observo para todas partes, entonces no visualizo a Connie, ni al irritante Tadeo. Qué extraño, ¿y estos a dónde se fueron? Me acerco a una mesa y agarro un papel, lo leo:

"Nos fuimos a la plaza a darnos besitos, en un rato volvemos. Saluditos, Tadeo".

Hay un pequeño dibujo de dos muñequitos besándose, entonces estrujo el papel. Ya se me fue el humor. No debería creer estas estupideces, pero estoy molesto.

¡¿Quién es ese tipo y por qué vive en esta casa?!

Sí, ya me armé toda una película de esto, así que necesito venganza.

Connie

No muy convencida de este plan, acabo acompañando a Tadeo. Damos vueltas en la plaza, y para su mala o buena suerte, depende como se lo vea, se encuentra con su ex. Cruzan palabras y se van juntos. Parece que están en buenos términos, se notaban más que bien.

Esto fue una pérdida de tiempo.

Regreso a la casa, molesta, y para mi sorpresa, no hay un solo ruido. Abro las puertas, una por una, sin encontrar ni un alma, así que me alarmo.

¡¿Dónde está Santino?!

¡¡Voy a matar a Briel, me las va a pagar!!

No sé si se dieron cuenta, pero la influencia que tiene Santino sobre Briel es poderosa 💖

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No sé si se dieron cuenta, pero la influencia que tiene Santino sobre Briel es poderosa 💖

Yo dije que no debía juntar a Santino y Briel, ese nene me revela toda la trama de la obra 😂

Saludos, Vivi.

Mami ¿Por qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora