Faltaba poco para que finalizara la hora del lobo, Edd el Penas no parecía ser de los que se entusiasmara mucho por hacer las cosas muy temprano. Sin embargo, se levantó antes del amanecer a cumplir el mandato que le había dado Jon Snow. Fue a cerciorarse de que los viajeros ya se encontraran listos para salir, y se dirigió al patio principal. Allí vio que Jack Bullwer el Negro ya tenía listo el carromato, donde se hallaban el maestre Aemon bien abrigado con una gran pieza de piel. En cambio, Sam y Gilly aun esperaban con sus caras largas, esperando que Jon los viniera a despedir. «Tantos aquí que quisieran irse de este lugar, y estos dos parece que van hasta al séptimo infierno.» Pensaba Edd creyendo que el pesar de ellos se le pudiera haber contagiado. Sólo Dareon el bardo no parecía mostrar esa sensación, y más bien parecía impaciente de que pronto salieran de allí. Edd se dirigió al aposento de Jon para que éste se cerciorara de la partida del grupo. Llegó a la entrada de la armería e ingresó, justo en ese momento Jon acaba de despertar de una pesadilla, cuyo significado no venía al caso.
Cuando vio que Jon reparó en él se animó a hablarle.
—Señor, ya es hora.
—En seguida voy, Edd—dijo Jon poniéndose de pie—, espérame afuera.
De ese modo Edd salió a esperar a que el joven lord comandante estuviera listo, comenzó a nevar y las gotas frías de hielo le impregnaban la cara, por lo que se puso la capucha. «Esto nunca puede augurar nada bueno.» Se dijo Edd el Penas, quien desde que llegara al Muro nunca había sentido afición alguna por el frio. Provenía de las tierras del Valle de Arryn, donde el ambiente frio era familiar para sus habitantes. Sin embargo, el frio del Norte era algo muy diferente. De saber eso, no hubiera hecho caso de lo que le dijo Yoren, un antiguo reclutador de guardias negros, quien le aseguró que al vestir el negro seria irresistible para la mujeres. Pero ya no había nada que hacer, llegó al Muro, vistió denegro, dijo su juramento y ahora tendría que morir con el culo congelado, o quemado si algún camarada se dignaba en incinerar su cuerpo para no correr el mismo destino que Othor y Jafer Flowers, aquellos exploradores de Benjen Stark que encontraron al otro lado del Muro, tendidos en la nieve y que al llevarlos al Castillo Negro, se levantaron para casi causarle la muerte al anterior lord comandante.
Tales reflexiones se vieron interrumpidas una vez que Jon salió, ciñendo las correas de su uniforme y llevando su espada Garra. Al igual que Edd, se puso la capucha ante la nevada. Así ambos se encaminaron hacia la comitiva que iba a partir, tras ellos iba Fantasma el enorme lobo blanco de Jon. Al llegar, ya Gilly se encontraba subida al carromato.
—Les deseo un buen viaje. —Dijo Jon dirigiéndose al maestre Aemon—. Lamento que tengan que partir en estas circunstancias.
—Mi lord, acabo de dejarle un presente—respondió el maestre dirigiéndose a Jon—, es el Compendio Jade, del maestre Colloquo Votar, espero que le guste su lectura.
—Le prometo que lo leeré. —Dijo Jon asintiendo con reverencia al ciego maestre.
Tras eso Jon se paró frente a Sam, se podía notar claramente que esa disposición también le había afectado. «Las despedidas nunca me han parecido buenas, y ésta acentúa el mal vaticinio.» Pensó Edd el Penas algo ya impaciente ante esa visión.
—Para mí esto tampoco es fácil, Sam—dijo Jon intentado no ser drástico—, pero es necesario.
—Siempre me ha atemorizado todo, Jon. —Respondió Sam con tono vacilante—. La idea de tener que ir muy lejos no deja de inquietarme.
—Si no puedes demostrar valor, trata al menos de ocultar tus temores.
Al decir eso, Jon le estrechó las manos y luego le dio un abrazo, después lo animó a que tomara su montura. Seguido, le dio unas palmadas en el brazo a Dareon, quien le estrechó la mano y luego subió a su caballo. Y de ese modo la comitiva partió hacia el extremo sur del continente, poco a poco se fue perdiendo en medio dela nevada y la oscuridad, que fueron haciendo más borrosas las siluetas hasta desaparecer.
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La Princesa del Invierno: I El Saneamiento del Muro
FanfictionLas tensiones en el Muro y el Castillo Negro pueden desencadenar eventos lamentables, ante la presencia de los salvajes y las fuerzas de Stannis Baratheon, teniendo como trasfondo la grave amenaza que representan los Otros para la humanidad. Jon Sn...