Segundo acto

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(Imagen multimedia de Aaron con 14 años).


Aaron casi se desmaya.

Esa fue la segunda parte del escándalo. Aquella noche nadie pudo terminar la cena, excepto María y yo. ¡Sirvieron lasaña, era un deber terminarla! Adorábamos cenar todos los días con la familia Larson y Quispe, los manjares que preparaban nos mantenían llenas.

Sé que puedo sonar indiferente, pero mi cabeza en realidad veía mi alrededor como una novela. Aaron era el protagonista del que estaba enamorada, me conformaba con suspirar por él desde lejos, un personaje ficticio. No me sentí traicionada, ¡oh, pero el drama!

En fin, la abuela Agata exigió una prueba de embarazo en el hospital. A todo esto, Isabel no aparecía y, naturalmente, Aaron fue a buscarla. Tía Magdalena no podía creer que su hijo tuviera relaciones a tan temprana edad, sin embargo, yo sí. Hubo una ocasión en la que los vi. ¡De casualidad!

Había sido una noche como cualquiera, me encontraba yo tendiendo la ropa en el tercer piso de mi casa, lugar vacío que solo usábamos para eso. Cuando me dispuse a continuar mi labor, escuché risas. Era tarde, así que, intrigada, bajé con rapidez al segundo piso y me asomé por la ventana de la lavandería. Ahí los vi, besándose en una esquina; Aaron tenía una mano debajo de la camiseta de Isabel, acariciaba algo más que solo su estómago. Ella se retorcía contra él, tocando el pantalón de su novio, entre sus piernas. ¡Fue horrible! Al notar lo que estaban haciendo, me alejé como si la ventana se quemara. Y me arrepentí al instante de haberme asomado en primer lugar, ¡ni siquiera quería ver eso! Solo sentía curiosidad, me preguntaba qué hacían a altas horas de la noche.

Desearía haberme quedado con la duda. Ahora no puedo borrar esa imagen de mi cabeza. Ugh.

Como sea. La familia de Aaron prometió tomar responsabilidad en caso de que sí existiera un embarazo, pero al día siguiente nadie llegó a casa para ir al hospital. Aaron no salía de su cuarto. La abuela Agata fue a tocar la puerta de la señora Vega, pero nadie abrió. Esperaron hasta la tarde por una explicación, solo que no había ninguna. Una hora después, Aaron salió por fin de su cuarto con los ojos hinchados. Mamá dice que él se negaba a hablar al principio y después solo aceptó conversar con ella.

Así lo hizo; se sinceró frente a mamá. Le dijo que Isabel había confesado la noche anterior que ella no estaba embarazada, que no lo quería y todo había sido idea de la señora Vega desde un principio, solo que su madre había llegado demasiado lejos y no iba a aceptar tanta humillación. Ella nunca quiso ser su novia.

Terminaron ahí mismo.

Dos semanas después regresaron a Suecia, Aaron se quitó el tatuaje y no volvieron el próximo año. Ni el siguiente.

¿Por qué este año sí?

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