-Oye, Shota.
-Ya te he dicho que me llames Aizawa.- el joven de pelo negro desgreñado bufó, sin despegar la vista del libro que estaba leyendo.
-Shota, tú eres bueno con los idiomas, ¿Verdad?- insistió el joven rubio y de constitución fuerte.
Aizawa resopló y asintió.
-¿Recuerdas ese sueño del que te hablé el otro día? ¿Ese que he empezado a tener desde que murió Nana? Anoche escuché voces. No vi nada, pero las escuché. Y me llamaban algo como suria.
-¿Sūrya?
-¡Si! Eso. ¿Sabes que significa?
-"Sol"
-¿"Sol"?- repitió el chico, ladeando la cabeza sin entender.
-Que molesto. Se refieren a tu pelo. Parece un sol.
-¿Tú crees? Nunca me había fijado.- el chico se llevó una mano a uno de los dos mechones de pelo que le caían sobre la cara.
-¿No tienes que ir a entrenar con Gran Torino o algo?
-Cierto, cierto.- el chico soltó una carcajada.- perdona, ya te dejo tranquilo. Gracias de todas formas, Shota.
-¡Es Aizawa!
---¿Conoce esa palabra?- le preguntó Izuku.
Aizawa no le respondió. Apartó la mirada y se dio la vuelta para irse. Izuku trató de seguirle, confundido ante aquella reacción, pero cuando alzó el brazo para sujetarle de la ropa, éste se giró y le sujetó de la muñeca.
-Largate.-le dijo fríamente.
-Pero...
-Gran Torino murió hace dos años. No pintais nada aquí, asique largo.
Aquella declaración fue como una jarra de agua fría sobre sus hombros. Su cuerpo perdió todas sus fuerzas de golpe, y cayó al suelo de madera, incapaz de reaccionar.
- Eres solo una carga.- continuó Aizawa.- un crío que ni siquiera tiene la fuerza mental como para soportar una noticia así, ni el valor para pelear en ayuda de su compañero. Alguien como tú no debería haber heredado la magia de Toshinori. Ese maldito, siempre está haciendo cosas irracionales.
El adulto chistó, y desapareció por un pasillo al lado de las escaleras, dejando a Izuku solo. Se quedó allí sentado durante varios minutos, procesando las palabras de Aizawa. Se llevó las manos a la cara, tratando de no llorar. Todo por lo que habían pasado para llegar hasta allí, todo, había sido para nada. Sin Gran Torino, nunca podría aprender a utilizar el One For All, y terminaría muriendo de una forma u otra.
-¿Midoriya?- le llamó Todoroki, acercándose a él. -¿Por qué estás llorando?
-Gran Torino...él...- Izuku trató de respirar hondo para hablar.- Todo ha...sido para...nada...
- No entiendo.
-Él...está muerto...
-Gran Torino murió.- repitió Todoroki.- pero, esto es una academia. Si Toshinori aprendió su magia aquí, debe de haber libros al respecto, ¿No?
Las lágrimas de Izuku empezaron a remitir, al darse cuenta de lo que le estaba diciendo Todoroki. Éste asintió y le ayudó a levantarse.
-Si le preguntamos a alguien, podríamos encontrar la biblioteca.- insistió Todoroki.- puede que no sea tan efectivo como aprender de ese Gran Torino, pero al menos tendrás un punto donde comenzar.
Izuku volvió a asentir y se secó las lágrimas con la manga, siguiendo a Todoroki a través de la academia. El lugar era mucho más grande de lo que aparentaba, casi parecía una fortaleza, de no ser por los suelos y techos de madera. De vez en cuando pasaba alguien por su lado, portando libros o manuscritos entre los brazos, pero todos tenían demasiada prisa como para detenerse a escuchar las preguntas de los dos recién llegados, asique lo único que les quedaba era seguir caminando sin un rumbo fijo, y al final, terminaron llegando a la conclusión de que terminarían antes si se separaban para buscar por su cuenta. A Izuku no le hacía mucha gracia la idea de quedarse solo en aquel lugar, no porque fuera aterrador, sino porque no conocía a nadie y le daba miedo encontrarse con alguien tan peligroso e intimidante como Aizawa.
Pero al final, terminó accediendo y quedándose solo, mientras recorría los pasillos de la academia con nerviosismo. No sabía a dónde debería de ir, ni a quien debería preguntarle por la biblioteca. Tal vez, con un poco de suerte terminaría encontrandola por si mismo. Bajó la mirada y la centró en los tablones que conformaban el suelo mientras intentaba pensar en que hacer, cuando chocó contra alguien.
-¡Ah, perdona!-se disculpó el otro, sujetando a Izuku por los hombros.-no te he visto. ¿ Estás bien?
Izuku levantó la mirada hacia él. Era un chico de rostro amable y facciones simples, algo más mayor que él, de pelo rubio y corto. Vestía la misma ropa que llevaba Izuku, solo que no tenía mangas, y se podía ver muy claro el por qué. El chico tenía más musculatura de la esperada en alguien de su edad, y todo lo que llevaba puesto se ajustaba tanto a su cuerpo que parecía que fuera a romperla con cualquier movimiento forzado. De hecho, llevaba la chaqueta azul abierta, puesto que daba la impresión de que no podía abrocharla sin sentirse incómodo.
-Eso...creo que debería decirlo yo.- le respondió Izuku casi automáticamente.
-Bueno, no tiene importancia.- el chico soltó una carcajada alegre.- ahora que lo pienso, ¿ No eres ese chico que llegó medio muerto ayer? Me alegra ver que ya estás mejor. Yo me llamo Mirio Togata. ¿ Y tú?
-Izuku Midoriya.-Izuku sonrió. Por algún motivo, se sentía muy cómodo hablando con él, como si fueran viejos conocidos.
-Es un placer, Izuku. Pareces algo perdido. ¿Necesitas ayuda?
-Si, bueno...estaba buscando la biblioteca...-Izuku hizo una pequeña pausa.-¿Tenéis biblioteca?
-¡Si, por supuesto!-Mirio soltó una carcajada.- ahora que lo dices, tenía que ir a buscar un libro que necesito para un trabajo. Puedo llevarte, ya que estoy.
Izuku asintió con la cabeza, siguiendo a Mirio a través de los pasillos. Salieron a uno de los patios interiores y lo rodearon bajo el cobijo del peristilo. La lluvia todavía golpeaba con furia el suelo de piedra del patio, para luego perderse por el desagüe como un río.
-¿De dónde eres, Izuku?-le preguntó Mirio mientras caminaban.
-De Hosu.
-Oh. Eso está cerca, ¿No?- Mirio se cruzó de brazos, y sujetó su mentón con una mano, pensativo. Pasó unos segundos así, y luego frunció el ceño.
-¿Pasa algo?-le preguntó Izuku.
-No recuerdo dónde está.
-¿Hosu?
-No. Mi amigo Tamaki. Él es bueno con la geografía.
-¿Que?-Izuku se descolocó, completamente confundido por la respuesta de Mirio.
-Da igual, seguro que está en la biblioteca, casi siempre está allí.-Mirio soltó una risa despreocupada.-Yo soy de las Tierras Salvajes del Oeste. Allí, apenas hay árboles, son todo pradera y llanura. ¿Hosu también es así?
-Bueno, en su mayoría.- admitió Izuku.-pero también teníamos algunas arboledas.
-¿Una arboleda no eran bosques pequeños?-Mirio hizo un gesto de achicar con las manos. Izuku asintió.-¡Que guay! Ojalá pudiera ir a verlo algún día.
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Bnha Fantasy AU
FanfictionUn desafortunado accidente obliga a Izuku a abandonar su hogar, acompañado de Toshinori, un tranquilo viajero que disfruta contando historias allá por donde pasa. Lo que Izuku no sabe es que su acompañante esconde un triste secreto, que le terminará...