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En cuanto Mirio se reunió con Izuku y Tamaki, les llevó al patio mayor. Tamaki parecía preferir quedarse en la biblioteca, pero igualmente se levantó y se fue con ellos, cerrando el libro que estaba leyendo.

-¡Muy bien, aquí estamos!- Mirio miró a su alrededor, evaluando el espacio del patio. Apenas habían un par de personas paseando por la periferia del patio, hablando entre ellos.-Esto servirá para entrenar.

-¿Estás seguro ?-le preguntó Tamaki, mirando a su alrededor y tirando un poco de la capucha- hay gente. Quiero decir, ¿No nos van a mirar raro?

-¿Y?- Mirio ladeó un poco la cabeza.-Eso no es nuestro problema. Que nos miren si quieren.

-¿Y cómo vamos a entrenar?- preguntó Izuku.

-Oh, es muy simple.-Mirio sonrió ampliamente, alzando un puño por encima de su cabeza con energía.-¡Jugaremos a conejos y zorros!

-¿Jugar?- repitió Izuku, confuso.-¿No íbamos a entrenar?

-¡Esto es mucho mejor!-le respondió Mirio.-cuando juegas usas varios músculos del cuerpo, asique es como entrenar, pero más divertido. Además, conejos y zorros es un juego muy famoso entre los niños de las Tierras Salvajes del Oeste. Trata de que hay un zorro que tiene que atrapar a los conejos. Si lo consigue, ¡Gana! Es muy fácil.

-Bueno, supongo que no pierdo nada por intentarlo...-accedió Izuku.

-¡Bien! Pues venga, ¡atrápanos!- le animó Mirio.

-¿"-Nos"?-Repitió Tamaki, retrocediendo.-¡Mirio, yo no he dicho que quiera jugar!

-¡Vamos, será divertido!-le dijo Mirio, girándose hacia él.

Izuku se lanzó hacia él, aprovechando que estaba aparentemente distraído, y saltó hacia Mirio. Sus brazos chocaron contra la tela de la parte superior de su ropa, y de repente fue como si abrazara el aire, perdiendo el equilibrio y cayendo al suelo. Izuku se levantó del suelo, confuso, y vio que lo único que había atrapado eran la camisa y chaqueta de Mirio.

-¡Oh, buen intento!- Mirio sonrió.-pero yo soy más rápido. No te va a ser fácil atraparme. ¿Por qué no lo intentas con Tamaki?

Tamaki soltó un chillido cuando Izuku se giró hacia él, con el cuerpo totalmente tenso. Izuku trató de acercarse a él con una finta, pero fue inmediatamente repelido al recibir una patada en el estómago. Tosió y cayó al suelo de rodillas, sorprendido por el repentino golpe.

-¡Lo siento!- Tamaki entró en pánico al darse cuenta de lo que había hecho, agachándose hacia Izuku.-¡Lo siento mucho! ¡No quería pegarte! ¿Estás bien? ¿Te duele? ¡Ha sido sin querer, no te enfades, por favor!

- Estoy bien.- le tranquilizó Izuku, a pesar de que en realidad  todavía le dolía bastante.

-Tamaki, no se supone que tengas que pegarle.- Mirio hizo una mueca, poniendo los brazos en jarras.- tienes que esquivarle, solo eso.

-Lo siento.- Tamaki se agachó y tiró de su capucha hacia abajo.- ha sido un acto reflejo.

-¿Un que?- Mirio ladeó la cabeza un momento.-Oh, supongo que te refieres al instinto. Bueno, no pasa nada. Ha sido mi culpa por querer obligarte a jugar, pensé que te divertirías. Izuku puede entrenar conmigo, si no quieres jugar.

Tamaki asintió, agradecido, y se apartó de ellos para sentarse en el suelo de piedra y apoyar la barbilla en sus rodillas, abrazando sus piernas.

Izuku se pasó el resto de la tarde persiguiendo a Mirio. A pesar de todo su esfuerzo, no había conseguido nada. Mirio era más rápido de lo que aparentaba, además de que su magia le hacía prácticamente intocable, por lo que Izuku solo conseguía cansarse y frustrarse por pasarse todo el tiempo corriendo tras Mirio sin resultado.

Y así fue como se terminó el primer día de "entrenamiento" con Mirio. ¿Se había divertido? Bueno, quitando su frustración por no haber podido alcanzarle, Izuku tenía que admitir que se había divertido, pero aún seguía sin ver en qué podía ayudarle aquello a controlar el One For All.

-Bueno, se terminó el juego.- anunció Mirio, al ver el cansancio de Izuku.-Podemos empezar a entrenar.

-¡¿Qué?!-Izuku le miró atónito.-¡¿No estábamos entrenando ya?!

- No. Mentí.- Mirio soltó una carcajada.-Pero ahora que estás cansado, es cuando podemos entrenar de verdad.

-No entiendo...

- Atácame con todas tus fuerzas.- le animó Mirio de repente.- Vamos, lo entenderás.

-¡No!-se negó Izuku.-¿¡Quieres que me rompa el brazo otra vez!?

- No se romperá.-insistió Mirio.- Confía en mí, todo irá bien. Solo atácame con toda tu fuerza.

Izuku miró con duda a Mirio, pero al final, soltó un suspiro y echó una pierna hacia atrás, ajustando su centro de gravedad. Echó el brazo hacia atrás, y lanzó un puñetazo.

Sintió algo de dolor, pero su brazo no se rompió, levantando una ráfaga de aire tan fuerte que obligó a Mirio a levantar un brazo y ajustar su postura para no perder el equilibrio. 

-¡Bien, bien!- Le felicitó éste, sonriendo.-¿Lo ves? ¡Todo está bien!

-Es cierto ...-Izuku miró impresionado su brazo. Aún no se creía del todo que estuviera bien.-Espera...¿Me hiciste correr toda la tarde para que ahora no tuviera la fuerza suficiente como para romperme el brazo?

-¡Si, eso es!-Mirio soltó una carcajada.-si estás cansado, no podrás usar toda tu fuerza ni aunque lo intentes, asique es un buen inicio para que te acostumbres a usar solo una pequeña parte de tu magia. Venga, aún queda un poco de tiempo para la cena, sigamos . ¿Ya te sientes mejor, Tamaki?

Éste asintió con la cabeza, suspirando y poniéndose de pie.

-Solo...tengo que esquivarle, ¿Verdad?-le preguntó despacio. Mirio asintió con la cabeza.-Está bien...supongo.

-Solo avísanos cuando empiece a doler mucho, y pararemos por hoy.-le dijo Mirio a Izuku.

Éste asintió, ya más confiado y seguro, y pasaron lo que quedaba del tiempo entrenando. Izuku trataba de usar el One For All en distintas partes de su cuerpo, buscando la mejor forma de administrar su fuerza, mientras que Tamaki y Mirio le esquivaban y se cubrían de las ráfagas de aire que levantaban los golpes de Izuku. Tal y como le había indicado Mirio, se detuvo en cuanto sintió que sus golpes le dolían bastante, y dieron por terminado definitivamente el entrenamiento de ese día.

-No ha sido tan malo, ¿Verdad?-les preguntó Mirio, riendo.-Esto de entrenar a alguien es más divertido de lo que pensaba.

-No es divertido.- negó Tamaki, tirando de su capucha.-podría haberse hecho...mucho daño.

-Estoy bien, no te preocupes.-Le tranquilizó Izuku.-solo tengo que ir con cuidado.

-Mañana tengo cosas que hacer, asique vas a tener que entrenar solo con Tamaki.-le informó Mirio, para luego girarse hacia el mencionado.-¿Estarás bien por tu cuenta?

-Puedo...pensar en algo.-Asintió Tamaki.

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