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POV SEHUN

LuHan había quedado sin una mínima gota de energía tras la tarde y parte de la noche de sesión de sexo, no lo culpaba en lo absoluto, se le había pasado la mano.

El agotamiento era mucho y admitía estar cansado pero no lo estaba del todo, no era suficiente de LuHan y aún hubiera podido darle más que caricias a su preciado niño pero decidió que era hora de dejarlo descansar, había sido una batalla en verdad excitante. Cubrió con sábanas su delgado y pálido cuerpo, se veía tan delicado y frágil durmiendo. Nunca lo había visto hacerlo y por ello no podía dejar de ver su angelical expresión.

El recuerdo de su niño aterrado volvió para atormentarlo, quería hacerle olvidar ese mal episodio de su vida y que así su pequeño viviera sin miedo. Ahora no había nadie que quisiera hacerle daño y mucho menos teniendo a SeHun, con él a su lado nadie podría intentar lastimarlo. Pero nuevamente venía ese día para recordarle que ni teniéndolo a él pudo evitarle ese sufrimiento.

Con urgencia tomó su cajetilla de cigarrillos y salió de la habitación poniéndose ropa interior y unos pantalones, salió del departamento notando a los mocosos mirándole curiosos.

— ¿Qué?

— ¿Dónde está LuHan?

— ¿Qué hora es?

Los niños estaban acostumbrados a que el mayor jamás respondiera a sus cuestiones pero si que era nuevo que al menos preguntara sobre algo, los niños se miraron y negaron saberlo, no contaban con teléfono o reloj de mano.

— No sé pero ya es muy tarde, yo creo que ya casi nos vamos a la cama.

— Les debo la cena, vamos.

El hombre sin camisa bajó las escaleras y salió del edificio con los chiquillos siguiendo sus pasos bastante emocionados porque si tendrían cena, a ambos los llevó a comer en un puesto de comida, los niños tomaron asiento pero él se apartó un poco del sitio para fumar y pensar. Para cuando terminaron con sus platos, pagó y se retiró de ahí con ellos, dejándolos en la puerta de su casa. Volvió al departamento con LuHan y notó con detenimiento los cambios del departamento, la pintura y algunos muebles, también las macetas como decoración, había quedado maravillado con todo.

— Solamente LuHan puede hacer que algo podrido se vea tan bien y lleno de vida.

Esa noche volvió a la cama desnudándose para poder despertar enredado al cuerpo de su pequeño, de manera muy íntima y calida. Con sus brazos lo atrajo cerca y cuando este lo sintió hundió su rostro en su pecho aún con los ojos cerrados, al parecer dormido.

POV LUHAN

Por la noche se despertó emitiendo un grito alto, se sentó en la cama con el corazón golpeando en su pecho y miró a su alrededor, SeHun no estaba pero no se preocupó por ello pues muchas noches había despertado solo y sin nadie para regular su miedo. Una noche más soñando con el hombre que arruinó su vida y SeHun no estaba a su lado, pensó en la cárcel pero al verse a si mismo sin una sola prenda de ropa encima recordó perfectamente todo lo que vivió con SeHun, eso lo tranquilizó un poco pero fue entonces cuando se preguntó dónde estaba. El sonido de la puerta de la calle abriéndose lo alarmó y fingió estar dormido, los pasos se aproximaron cada vez más y fue en cuestión de minutos cuando se recostó a su lado. Él fingió estar aún dormido y solo hizo por abrazarse a su cuerpo para continuar con su descanso.

Las dudas de a donde se había ido lo inquietaron pero intentó no ahondar mucho en el tema.

LuHan había despertado con más energía que de costumbre pues después de notar que su hombre estaba de vuelta y no era un sueño, las ganas de vivir volvieron. Los ojos miel del pelicastaño tenían en verdad con un dilema, la belleza de SeHun lo tenía atrapado y eso le impedía hacer lo que tenía planeado para su día. LuHan vió con detenimiento su perfil y la nuez de Adán de su cuello, recordar la noche anterior lo mantuvo interesado en lo que hacía, lo último que quería era levantarse de la cama así que siguió observando su fuerte pecho y abdomen que se encontraba descubierto por las sábanas y moría por poner su mano ahí.

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