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POV LUHAN

Aquél día mientras atendía a una joven pareja de tortolitos se encontró con la mirada intensa de su jefe y no se explicaba porque últimamente se sentía tan observado por él. En un principio creía que era porque vigilaba su trabajo, que de una forma temía que cometiera algún error durante el trabajo pero sus atenciones se volvían constantes e incómodas. Los clientes le entregaron el pago y amablemente los despidió terminando bastante contento por haber mejorado su italiano, cada vez era mejor y con mayor fluidez.

— Lo has hecho de maravilla LuHan.

— Gracias, la verdad todo ha sido gracias a usted.

— No ha sido nada, la verdad me gusta ayudar.

LuHan dio un asentimiento en compañía de una sonrisa y fue en ese momento en que su mayor se aproximó un poco más cerca dejándolo un tanto confundido porque no eran así de cercanos.

— LuHan, ¿Hace cuánto tienes una relación con tu novio?

— Mnh. — El castaño no entendía como habían pasado a lo personal pero no le dió importancia y respondió, después de todo estaba orgulloso de su relación. — SeHun y yo somos novios oficiales desde mis 18 años, entonces supongo que tenemos 6 años de relación, 7 de conocernos.

— Pero él se ve mayor que tú.

— Nos llevamos doce años de diferencia, tengo 24 años, no esperes a que te diga su edad.

— No entiendo, ¿Por qué alguien tan joven estaría con alguien mayor?

LuHan no entendía qué era tan difícil de entender, ambos se conocieron en circunstancias adecuadas para enamorarse y frecuentarse, además de que su ahora novio era sumamente atractivo, conservado y muy sensual.

Sin embargo a pesar de tener todos esos atributos muy remarcados, tenía que responderle de manera madura, sin sonar como una colegiala enamorada y hormonal, por ello lo pensó detalladamente.

— SeHun y yo hemos pasado por mucho. Él me demostró que me amaba de muchas formas y a pesar de los tiempos difíciles estuvo conmigo, muchas veces sacrificando su propia felicidad, su salud física o su libertad. A decir verdad, ¿Por qué no estaría con alguien como él? La edad solo es un número.

— Vaya, que locura. Suena como una relación muy intensa.

— Lo fue, ahora estamos mejor.

— ¿Por qué vinieron a Italia sin conocer a nadie?

LuHan entendía la curiosidad de su jefe, siempre quieres saber más a fondo la vida de tus empleados para no meterte con gente peligrosa pero justo por eso y porque no tenía nada que ocultar accedió a responder mientras limpiaba el mostrador que se había llenado de hojas.

— Porque en Corea mis padres querían separarnos, me querían llevar de vuelta a China y lograron separarnos un tiempo, pero pudimos resistir y volvernos a encontrar para huir juntos.

— La verdad ahora que escucho su historia me siento más deprimido.

El castaño no entendió el comentario ajeno, se sintió un tanto confundido y por ello se atrevió a preguntar mirando a su dirección.

— ¿Por qué deprimido?

— Porque cuando te ví por primera vez en el mercado me gustaste. Fue la razón por la que te hablé y conforme te frecuenté me gustaste más, sin embargo ahora que sé la historia con tú novio no creo que haya ni una mínima oportunidad para mi.

LuHan sonrió con ternura por esa confesión, había sabido sobrellevar las confesiones gracias a su trabajo en la cafetería con Minseok y la terapia, sin embargo tenía razón, no tenía ni una mínima de posibilidad con él, SeHun era el hombre de su vida y eso no cambiaría ni aunque volviera a nacer.

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