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POV LUHAN

LuHan había quedado con su novio en que tomaría un receso de la florería al menos por unas horas, pues debía asistir al trabajo de éste mismo. La gran empresa en la que SeHun era empleado se localizaba en el centro de la ciudad por lo que una vez que logró cerrar su negocio se dirigió a su destino tomando un taxi para no llegar tarde o sudado por el clima caluroso de la ciudad, miró la hora de su teléfono celular y pensó que llegaría justo a tiempo pero no significaba que no estuviera nervioso. Se mordisqueó los labios pensando en la compañera de trabajo de SeHun, a la cual conocería esa tarde y a la que también se enfrentaría a un duelo de miradas. Se admitía un cobarde, pero jamás un perdedor por lo que estaba decidido a darle fin a todo su atrevimiento, le dejaría claro que SeHun tenía una pareja, por lo que tendría que dejar de perder el tiempo con él y dejar esa absurda insistencia.

LuHan se vistió formal pues se trataba de una muy buena empresa y aunque el salario de su novio empezó como mínimo estaba seguro de que aumentaría para convertirse en un gran ejecutivo. Ambos concordaron en que se dedicarían a superarse en cada uno de sus objetivos, SeHun terminaría sus estudios en sus ratos libres, en línea y LuHan continuaría aprendiendo sobre lo que tanto le gustaba y eso eran las flores, en mantener su negocio a flote y demás.

Entró a la gran empresa con las manos un poco sudorosas y en recepción se encontró con una mujer de sonrisa amable, le comentó el motivo de su asistencia a la recepcionista, que simplemente esperaría la salida de uno de sus empleados y fue cuando se dirigió en uno de los sofás que contaban en el primer piso en conjunto con la recepción.

— Oh SeHun.

La voz de una mujer delgada y de buenas proporciones se escuchó hablar con otra compañera que no se quedaba atrás en belleza, eran mujeres bellísimas y por ello sus nervios casi crisparon. La inseguridad en sí mismo casi cae a los suelos pero se negó a caer, también tenía su atractivo pues las mismas mujeres lo notaban y sin contar la infinidad de hombres que alguna vez se vió en la necesidad de rechazar.

— Sí, el chico extranjero... ¡Me dijo que quería hablar conmigo!

— Ah, ese hombre está como quiere y además estoy segura de a cómo va tiene un prometedor futuro en la empresa, imagínate, se lleva increíble con el CEO de la empresa.

Unas de las cosas que aprendió con los años en el país fue el idioma, las mujeres italianas por fin podían conversar y él entender lo que decían con sus muy pintadas bocas, eso no formaba ningún tipo de problema en él. Soltó un suspiro exhausto, ¿Por qué siempre tienen que mirar lo que evidentemente ya tenía dueño? No podían ser tan descaradas.

— Sí, pero ha sido difícil acceder a él. Hasta una vez me dijo que era gay, no sé, pienso que lo usa para no verse envuelto en amoríos dentro de la empresa. Parece alguien que en verdad se enfoca en su trabajo, es perfecto.

— Ah, amiga, no te hagas ilusiones.

— Calla, ¿Y si quiero?

Le golpeaba el hombro con suavidad a su amiga mientras el castaño observaba sentado no muy lejos de sus perfectas figuras y así fue por un rato, hasta que notó la presencia de SeHun que tenía perfectamente puesta la corbata y por su masculino aspecto llamó la atención hasta de la mujer de la recepción. Sus anchos hombros lo hacían lucir como alguien tan sensual y LuHan se admitía débil a sus trajes por lo que no pudo evitar levantarse del sofá ante su presencia. SeHun pasó rápidamente al lado de las mujeres a las cuales ni si quiera saludó ya que había notado la presencia del castaño cuando lanzó una mirada para asegurarse de su presencia, las mujeres intentaron llamarlo pero antes de que pudieran articular alguna palabra ya le había tomado en un arrasador beso que lo dejó un poco en shock y sonrojado en demasía, sabía que las miradas estaban sobre ellos y por eso en lugar de apartarse de colgó a su cuello fascinado por tener al hombre de sus sueños y el sueño de muchas mujeres más.

O B S E S S I O N Donde viven las historias. Descúbrelo ahora