O B S E S S I O N

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POV LUHAN

Los días en el trabajo eran la misma cosa, era consiente de lo mucho que cazaban a su hombre las mujeres, el como de pronto lo interceptaban en horas de trabajo para coquetear y recordarle así lo atractivo que era. Por eso el castaño se dedicó a enfocar sus pensamientos al trabajo hasta que llegaba a casa para de igual forma cargarse de trabajo con la limpieza y la comida de la casa.

Muchas veces se vió en la necesidad de quitarse la ropa frente a SeHun que a pesar de mirarlo, jamás tomaba la iniciativa de insinuarse y por ello nada pasaba, LuHan se bañaba o se cambiaba la ropa en sus narices, pero jamás recibió nada por ello. Así que una noche se decidió a ponerle fin a esos meses sin sexo, mientras SeHun se desnudaba para tomar un baño, LuHan lo observó desde la puerta de la habitación y ese escalofrío de deseo le hizo recordar todas esas veces en que era follado por su enorme miembro.

Cada trozo de piel era una bendita obra de arte que moría por probar, se veía tan musculoso pues el trabajo lo mantenía en forma y ni hablar de ese culo que tenía. El mayor sintió la intensa mirada de su novio sin embargo notó el desinterés en su mirada por lo frialdad con la que le devolvía la mirada, LuHan se remojó los labios entre nervioso por el posible rechazo y hambriento por lo que obtendría si ganaba. Se movió entre el silencio de la habitación para colocarse frente a él. Las manos sigilosas del bajito recorrieron su abdomen y amplio pecho hasta que estuvo de frente a sus llamativos labios que en lugar de besarlo le sonrieron confundido por su repentino acercamiento.

— ¿Qué haces LuHan? Debo tomar un baño, apesto.

— No quiero, me gusta tu olor.

LuHan estaba por tomar los labios del chico que tenía frente a él pero este nuevamente se giró para esquivarlo y luego besar sobre su frente de forma muy casta; como reacción a su comportamiento se paralizó, congelado y de pie fue como se mantuvo hasta que lo escuchó a su espalda.

— Tomaré un baño rápido.

Tras esas duras palabras la puerta del baño se cerró y se vió en la necesidad de salir de la habitación completamente helado, de haber estado tan caliente por la cercanía de sus cuerpos todo se le había bajado como si se tratase de un baldazo de agua fría. Esa noche cenaron pero el silencio del menor en serio era algo que el mayor no supo descifrar.

— ¿Y entonces bebé?

— ¿Eh?

— No me contaste tú día como siempre lo haces.

— ¡Ah! Es verdad, es que no hubo novedades. En el trabajo nada nuevo, hice un poco de limpieza y eso.

— Mmmn, ya veo.

El reflejo demacrado del menor en la cuchara con la que comía su comida le hicieron ver la razón del porque SeHun no se atrevía a tocarlo y si era sincero, no lo culpaba. SeHun siempre fue un hombre atractivo hiciera lo que hiciera, muy por lo contrario de él que se veía terrible aún a pesar de ser muy joven. Las mujeres se veían hermosas y siempre usaban ropa que marcaba la musculatura de su cuerpo, mientras que él poco a poco se veía más delgado y huesudo.

Cuando SeHun terminó de comer y se levantó de la mesa para enseguida lavar su plato, notó que su culo se veía en verdad más apetecible que la propia comida que contenía su plato así que una vez que el mayor se retiró a la habitación, vió la oportunidad para vaciar su comida de vuelta a la olla ya que no tenía ese tipo de apetito evidentemente.

Volvió a la cama pero para su desgracia le estaba dando la espalda y terminó por hacerse bolita para una noche más llorar en silencio.

El mayor volvía a preguntarle sí estaba enfermo pero siempre respondía con un "no" que terminaba convenciéndolo pues realmente no es que le preocupara su salud, era cosa de cortesía. Tras desayunar con su novio y dejar algo de comida en su plato, salieron de casa para ir directamente al trabajo donde una vez entraban se convertían en unos desconocidos, se percataba de que SeHun no lo miraba y por ello dejó de hacerlo también, evitó ser testigo de como se rodeaba de personas por su atractivo físico y solo hizo por lo que le pagaban.