O B S E S S I O N

19

POV LUHAN

La habitación era un desastre, luego de haber caído rendidos después del sexo desenfrenado que se desató la noche anterior no hubo nada más que dos cuerpos enredos y las sábanas hechas un desastre. Cuando el más joven despertó también notó lo desarreglado que había dejado la habitación en su ausencia, SeHun era un desastre viviendo solo y lo aceptaba, pero no era algo que le molestase, amaba darle ese cambio en su vida. Observó como su SeHun con el torso descubierto respiraba con tranquilidad, se veía tan tierno y a la vez tan sexy durmiendo; ambos con los cuerpos enredados bajo las sábanas y un LuHan suspirando enamorado.

De pronto el ringtone de su teléfono captó su atención y tuvo que dejar la calidez que le brindaba SeHun, sin embargo cuando lo intentó falló, gracias al mayor le fue imposible levantarse pues el dolor se lo impidió.

— Ah SeHun, si no estuvieras tan bueno. — Inconscientemente soltó el mismo comentario de la mujer del restaurante.

— ¿Sí no lo estuviera que harías?

La voz ronca del recién despierto le hizo casi brincar del susto, le dirigió una tímida mirada y éste le estaba mirando con una sonrisa burlona al descubrirlo hablando de él a sus espaldas. LuHan no tuvo de otra más que cubrirse el cuerpo un tanto molesto por el dolor de cuerpo.

— Si no lo estuvieras estaría tomando un avión ahora mismo.

— Será mejor que ejercite para mantenerme en forma.

LuHan se mordió el labio inferior bastante divertido por el comentario pues si lo pensaba bien esa frase no quedaba con el mayor, aún si el cuerpo de SeHun cambiara a tener un prominente estómago seguramente estaría igual de baboso por él y amaría entregarse a él solo por ser él.

— Me duele el culo SeHun, ve y tráeme mi teléfono, necesito hablar con mamá.

— Ella querrá que tomes un avión enseguida.

— Lo sé, por eso debo decirle que estoy bien y que si no quieren volverme a ver lo aceptaré. No quiero que piensen que fui secuestrado.

La sonrisa de SeHun se aproximó a los labios del castaño para robarle un beso lento y tranquilo.

— No secuestrado pero quizás en el futuro te espose a la cama.

Las mejillas de LuHan se encendieron con la idea, en menos de un segundo se imaginó a él esposado en la cama, con las piernas abiertas y siendo penetrado por el mayor a su antojo. Lo empujó lejos por la tensión sexual que generó con su comentario y rió nervioso.

— ¡Mi teléfono SeHun!

El mayor alzó las manos en señal de rendición para luego dejar la cama extasiando al menor con su muy musculoso cuerpo, de las cosas que más amaba en las mañanas era justo tener que verlo yendo de aquí a allá completamente desnudo. El mayor se inclinó para buscar en el suelo el pantalón de su chico y ahí encontró su teléfono en uno de los bolsillos, fue hasta el menor que por poco babeaba al entregárselo.

— Te traeré algo para el dolor.

SeHun ignoró la intensa mirada de LuHan y se vistió solo con unos boxers antes de desaparecer al entrar al baño donde guardaban los medicamentos. El chico que se quedó solo en la habitación suspiró completamente enamorado y confirmando que haberse quedado era lo correcto por lo que temer a su madre no estaba en sus planes, por primera vez tendría que enfrentarla.

Marcó la numeración del teléfono de su madre y mantuvo una expresión neutra, sin ningún tipo de emoción para no caer en tontos métodos de control que usaba su familia con él.

— Madre, soy Luhan.

— ¡Por el amor de Dios, LuHan! Me tienes marcando toda la noche, ¿Donde te has metido? ¿Por qué no subiste al maldito avión?