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Un chico de ojos esmeralda observaba con el entrecejo arrugado, cada uno de los movimientos de su mejor amigo, no estaba de acuerdo con sus planes, tantas horas en terapia, ahora se veían desperdiciadas, porque el mexicano paracia ester decidido con ir a buscar al chico que alguna vez fue su prometido.
El chico que había desaparecido de su vida, hasta hace dos semanas.
–Estas cometiendo un error, Quackity –habló el castaño mientras se cruzaba de brazos.
–El error lo cometí hace tres putos años, Charlie –respondió el azabache con seriedad– Solo estoy haciendo lo correcto –abrazó las prendas que tenía en sus brazos y miró a su mejor amigo con una pequeña sonrisa en el rostro– Voy a recuperar a Luzu –habló seguro de su decisión.
El castaño puso los ojos en blanco y se levantó de su asiento para acercarse al azabache que continuaba haciendo sus maletas.
–Creí que habías superado a Luzu –dijo serio.
El mexicano se quedó callado unos segundos y luego se escuchó el como soltó un pequeño suspiro.
–Lo intenté... –se humedecio los labios– Intenté soltarlo, intenté odiarlo por haberme abandonado –sus marrones se encontraron con los verdosos del castaño frente a él– Sabes que intenté enamorarme de alguien más, pero no lo logré... –desvió la mirada para poder continuar con lo suyo.
–Luzu se fue para sacarte de su vida... No vale la pena ir detrás de él, Q –insistió el castaño.
Quería que su mejor amigo entrará en razón, que se arrepintiera de su decisión, que se diera cuenta que lo que estaba a punto de hacer era una completa locura.
–Te equivocas, Charlie... –sacó más ropa del armario y la metió a la maleta– Luzu si vale la pena, él lo vale todo –una linda sonrisa se dibujó en su rostro.
–Han pasado tres años, Quackity... –se humedecio los labios– ¿Y si ya tiene a alguien más? –preguntó serio.
El mexicano sintió un escalofrío en su espalda al escuchar la pregunta de su amigo. Aquello era lo único en lo que no había pensado, estaba decidido a recuperar a su chico pero... ¿Y si él ya tiene a alguien más? Poco le importaba si eso era verdad.
Alexis estaba decidido a ir por su prometido.
Se encogió de hombros y sonrió engreidamente– No sería la primera vez que hago que dos personas terminen su relación.
–Incluyendo la tuya.. –mencionó el castaño en un tono serio.
El azabache miró a su mejor amigo con el ceño fruncido y después asintió lentamente.
