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El azabache se encontraba viendo una película de romance, junto con algunas bolsas de frituras rodeandolo, amaba comparar su vida con aquellas películas, pues su prometido era igual de detallista, romántico, lujurioso, un hombre maravilloso.
-¡Quacks! ¡Ya llegué, cielo! -gritó el castaño mientras entraba al departamento.
-¡Lusu! -se puso de rodillas sobre el sofá para mirar a su chico- Aaay Lusu... Estás bien pinche guapo -dibujó una sonrisa pícara en su rostro.
El castaño soltó una pequeña risita y se acercó a su prometido para darle un pequeño beso en los labios.
-¿Qué estás viendo? -preguntó mientras acariciaba una de las mejillas del mexicano.
-Estoy viendo una película de esas cursis que te gustan -su corazón palpitaba emocionado al sentir las caricias del más alto.
-Pero... Tú eres el que todo el tiempo está viendo películas románticas, Quackity... -dijo divertido.
-¿Quieres saber por qué miro tantas películas románticas? -tomó asiento sobre el respaldo del sofá, haciendo que su prometido quedara entre sus piernas.
Borja sujetó de la cintura al azabache y se inclinó un poco para acercarse a su rostro- ¿Por qué? -preguntó.
-Porque todo es ficción... -las narices de ambos se rozaron- lo nuestro es real, me coges casi siempre, me preparas el desayuno todas las mañanas, me regalas flores todas las semanas, me besas un sin fin de veces al día, me hablas bonito y con delicadeza como si fuera un niño y lo más importante... Me amas, me amas más de lo que ninguna pareja de cualquier película romántica barata se amará -sus ojos no dejaban de mirarse a excepción cuando parpadeaban- me casaré con la persona que amo y con el hombre más maravilloso del mundo.
-Te amo, Quacks -dijo Luzu cerrando los ojos.
-Te amo, Luzu -y finalmente atrapó los labios de su prometido con los propios.
El castaño tomaba la cintura de su prometido con una mano y con la otra, sujetaba su pierna, mientras que el azabache, enredaba sus dedos en los mechones de su amado, habían iniciado con un beso suave y dulce pero éste había subido de nivel.
Y comparando ese momento con el actual... Ahora Quackity odiaba las películas románticas, pues parecían que éstas se burlaban de él, por ser un completo imbécil y tirar todo a la basura.
-Ese wey ni debe coger tan bien como Luzu... -se metió una cucharada de helado de chocolate a la boca.
-Dejame entender... ¿Le interesaste al nuevo socio de Luzu y Luzu te llamó amigo? -resumió la historia de Quackity.
-Si, ahora dejame ver la pinche película -Respondió molesto.
-Y supongo que ahora te dedicarás a llorar y mañana irás a trabajar fingiendo que Luzu solo es tu jefe y no tu ex prometido que por cierto no te recuerda y ama a alguien más -habló el de cabello blanco.
