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Escuchaba jadeos como si estos estuvieran a lo lejos, hacian eco dentro de su cabeza, visualizaba caricias en un cuerpo ajeno.
Al principio creía que se trataba de Auron pero poco a poco comenzaba a creer que se trataba de otra persona, que aquella piel que sus manos acariciaban con tanto cariño se trataba de alguien más.
¿Pero quien?
"Soy tuyo, Lusu."
¿Quien era la persona que pronunciaba ligeramente mal su nombre?
-Te veo distraído, mi niño -acarició con cariño el cabello del castaño.
Luzu salió de sus pensamientos y no tardó en conectar sus rubíes con los ojos oscuros de su pareja, quien le regalo una suave sonrisa.
-¿Qué es lo que te preocupa tanto? -tomó asiento a su lado mientras entrelazaba su mano con la del más alto.
-No importa -forzó una pequeña sonrisa.
-Si no importara... No estarías tan distraído y no tendrías esa mirada tan perdida y desanimada, cariño -acarició con su pulgar el dorso de la mano de su chico.
El de mirada carmín soltó un suspiro, no sabía si comentarle a su pareja lo que estaba sucediendo con su cabeza, desde un inicio le había dicho que no era ético que tu pareja te diera terapia pero... ¿Podría aconsejarlo?.
Estaba indeciso, esos pensamientos que se atravesaban en su cabeza de un momento a otro... No eran comunes, eran demasiado íntimos y no sabía cómo se lo tomaría Auron.
-Hace... Tres años me dijiste que no me esforzara por recuperar mis recuerdos porque sería inútil y solo lograría reprimirlos más... -su cuerpo comenzó a temblar.
El de mechón rubio miró inmediatamente a su novio con una expresión de sorpresa.
-¿Estás recordando lo que pasó antes del accidente? -preguntó bastante sorprendido.
-Yo... Si... No -hizo una mueca de disgusto- No lo sé, no sé si haya ocurrido durante esos dos años o fue algo que pasó antes y lo olvidé, no lo sé pero cada día se atraviesan esos pensamientos -sus mejillas comenzaban a arder.
El de ojos oscuros soltó la mano de su novio y no tardó en acomodarse sobre sus piernas, estando frente a frente comenzó a acariciarle suavemente las mejillas, viendo como poco a poco los ojos de Luzu comenzaban a empañarse de lagrimas por la frustración.
-Estoy bien... -le regaló una pequeña sonrisa al chico que se encontraba encima.
