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El de mirada carmín terminó de acomodarse la corbata, acomodó su cabello de forma que no fuera tan formal, sonrió levemente cuando se sintió a gusto con su apariencia y luego se dispuso a salir de su habitación, caminó por el pasillo hasta comenza...

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El de mirada carmín terminó de acomodarse la corbata, acomodó su cabello de forma que no fuera tan formal, sonrió levemente cuando se sintió a gusto con su apariencia y luego se dispuso a salir de su habitación, caminó por el pasillo hasta comenzar a bajar las escaleras. Un exquisito aroma inundó sus fosas nasales, sabía que su novio estaba horneando algo, aquel aroma lo conocía muy bien.

¿Galletas? –preguntó mientras entraba a la cocina.

El chico de mechón rubio levantó la mirada e inmediatamente, una linda sonrisa se dibujó en su rostro.

Quiero darle la bienvenida a tu empresa a Quackity –miró unos segundos el reloj y luego comenzó a acercarse a su novio– Además... Somos de la misma edad, me gustaría que me viera como un amigo –dijo en un tono suave mientras tomaba las manos de su pareja.

El castaño asintió– Es un chico muy agradable –sonrió levemente.

Espero le gusten las galletas –depositó un pequeño y rápido beso sobre los labios ajenos.

Las amará –acarició con cariño la mejilla del otro– Tus galletas son deliciosas.

El de ojos oscuros soltó una pequeña risita, se dió la vuelta para agarrar una galleta, luego volvió a girarse y obligó a su novio a comerse la galleta qué había horneado esa mañana.

–Te serviré el desayuno –besó dulcemente la mejilla del más alto mientras éste masticaba su bocado– Lleva tu bonito trasero hasta el comedor, mi niño –sonrió divertido.

El castaño soltó una pequeña risita en cuanto se tragó su bocado– Te obedeceré solo porqué le diste un lindo cumplido a mi trasero.

–Tienes el trasero más firme que he visto en mi vida –dijo el de ojos oscuros mientras sacaba algunos platos de porcelana.

Lo sé –se escuchó otra risita al mismo tiempo que salía de la cocina.

El azabache soltó un suspiro cuando escuchó que las puertas se abrirían, poco después salió del elevador, saludó educadamente a algunos de los empleados que trabajaban en esa área, dejó sus cosas bajo el escrito en donde trabajaría y tomó asiento ...

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El azabache soltó un suspiro cuando escuchó que las puertas se abrirían, poco después salió del elevador, saludó educadamente a algunos de los empleados que trabajaban en esa área, dejó sus cosas bajo el escrito en donde trabajaría y tomó asiento sobre la cómoda silla, para ser un simple secretario, su lugar de trabajo era muy cómodo.

𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝑯𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂.༒︎ℒ𝓊𝒸𝓀𝒾𝓉𝓎~ℒ𝓊𝓏𝓊𝓅𝓁𝒶𝓎ت︎༒︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora