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Quedarse en casa no era más una opción, tenía que regresar a su trabajo, era su última semana en la compañía, después, todos desocuparían su puesto o se adaptarian al trabajo del nuevo dueño

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Quedarse en casa no era más una opción, tenía que regresar a su trabajo, era su última semana en la compañía, después, todos desocuparían su puesto o se adaptarian al trabajo del nuevo dueño.

Karlamand ya no existiría.

Mientras tanto, su hermano le había dicho que distraerse en el trabajo era una buena opción para olvidarse del dolor pero había sido una total mentira, porque los flashbacks regresaban a su cabeza para atormentarlo, para recordarle lo que había vivido y lo que había arruinado.

Se quitó las gafas y se dejó caer en el respaldo de su cómoda silla, soltó un suspiro al mismo tiempo que cerró los ojos, quería relajarse pero le parecía imposible.

Entonces comenzó a recordar aquel atardecer, aquel bello atardecer donde todo era perfecto, donde vivía en una burbuja de color rosa, llena de ilusiones, sin traiciones, sin mentiras y con un intenso amor y deseo.

Aquel atardecer donde había comenzado todo para él.

Ya había salido muchas veces con el mexicano pero aquel día todo se sintió diferente, los dos habían estado tan ocupados en la universidad que no se habían visto durante días y si lograban coincidir en algún sitio, solamente se saludaban y continuaban con su camino, pues su agenda se encontraba apretada, pero por suerte y por obra del destino, lograron coincidir en un día de descanso y planearon salir para ponerse al corriente de lo que sucedía en sus vidas.

A Quackity le brincaba el corazón de la emoción, extrañaba hablar con aquel chico de ojos rojos, extrañaba reconocer la exquisita y cara colonia que solía utilizar el castaño, cada vez que Borja lo saludaba para segundos después marcharse, le rompía el corazón, lo hacía sentirse vacío y no lograba concentrarse por completo pero ese día sería diferente porque finalmente estaría con él, no harían las cosas que él deseaba pero al menos estaría a su lado, los dos solos, nada más ellos.

Eso era lo mágico para Quackity.

Aquel día fueron a ver una película, caminaron por el parque, se compraron unos helados y se detuvieron en una fuente, donde ahí continuaron con su divertida conversación, en la cual, Alexis a veces solía soltar pequeños coqueteos discretos que Luzu no entendía o no les tomaba gran importancia pues así era la personalidad de su amigo mexicano, estaba acostumbrado a eso.

-Tomame una foto aquí -dijo en cuanto se terminó su helado.

-¿Aquí? -preguntó confundido.

-El lugar está bien pinche hermoso, Lusuu -sacó su teléfono y abrió la cámara para después entregarle el dispositivo al castaño.

Borja observó el lugar y era verdad, las hojas de los árboles hacían ruido por la brisa del aire, el sol se estaba ocultando, dejando a su paso un hermoso cielo anaranjado acompañado de nubes blancas.

𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝑯𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂.༒︎ℒ𝓊𝒸𝓀𝒾𝓉𝓎~ℒ𝓊𝓏𝓊𝓅𝓁𝒶𝓎ت︎༒︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora