Delirio (LM #3)

04. Fiesta

04. Fiesta

A mí me encantan los retos, como tú,
pero dime, ¿te gustan los perseverantes?
- Andrés Ixtepan

Lilith Greco

El sábado por la tarde, ya tenía a todos reunidos en mi casa. La música sonaba baja y las cervezas que había traído Lev volaban de un lado a otro.

Ex no había podido venir, pero lo mantendríamos informados. Todos estábamos deseando que acabara este año para que mi hermano terminara la universidad y volviera a casa.

—¿Y bien? ¿Qué pasa?

Ava bufó, recostándose en Ash.

—Mi tío no puede estarse quieto. ¿Recordáis que estuvo relajado después de esa noche? Cuando el intento de trata de blancas —asentí—. Bien, pues resulta que va a volver a intentarlo. Thomas Harris también. Han contactado con otro grupo, rusos.

—¿De la mafia? —alzó una ceja Abi.

—No lo sé, pero no creo que sea igual de fácil que la última vez —bufó—. Y, aunque lo fuera, no se detendría. Por eso, tengo un plan.

Sonreí. Maldita listilla.

—Cuenta —pedí.

—Tengo la contabilidad B del ayuntamiento —explicó, me noté sonriendo casi con sadismo en el instante que las palabras abandonaron su boca.

La contabilidad B eran todos esos chanchullos de mierda que tenían los organismos de poder. Pagos fuera de factura, subidas de sueldo, trabajos sin contrato, cuentas bancarias secretas...

—Creo que te sigo —afirmé.

—O sea, que quieres hacer publica la contabilidad B —dudó la cachorra.

—Ajá —sonrió—. Y, casualmente, en el grupo tenemos a una política.

Jodida listilla, su apodo le quedaba como anillo al dedo.

—Oh, espera, ¿quieres que me presente a alcaldesa?

—Imagínalo —asintió Lev—. Abigail Greco, alcaldesa de Blue City.

—¿Greco? ¿Ya os habéis casado? —rió Val.

—Aún no.

Me ahogué con mi propia saliva.

—¿Aún?

Abi sonrió por lo bajo.

—Cuando acaben la universidad —murmuró—. Pero todavía no es algo seguro.

—¡Oh, por Dios! —exclamé, levantándome del sofá para tirarla a mis brazos en un fuerte abrazo.

—¿Nos vamos de boda? —rió Ash— Mierda, sí, hace falta una buena fiesta.

—¿Así que ahora vamos a ser cuñados al cien por cien? —Val la abrazó también— Felicidades.

—¿Cuándo pensabais contarlo? ¿El día de la boda? —le di un zape a mi hermano, él me sonrió divertido.

—¿Vas a casarte de blanco? —le alzó una ceja Ava, divertida, mientras la abrazaba.