05. Prenda

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05. Prenda

Ella es un diez, pero en la escala
de Richter, tan intensa y destructiva.
A ver si puedes con todo su desastre
- Roberth Colmenárez

Dominic Harris

Mierda.

No sé por qué dije eso, ¿vale? Actué sin pensar, y eso es raro en mí puesto que no he actuado sin pensar desde... desde que tenía dos putos años.

Mierda. Joder.

Aunque en algo tenía razón. El rojo era su color. Demonios, ese maldito escote y esa pura tela roja aferrándose a sus curvas iban a pintar mis fantasías de rojo.

—Lo siento, lo siento, lo siento —parloteó Trevor—. No tenía ni idea de que estabas con Lilith.

—No importa, me has salvado de cometer una estupidez.

—No, te he arruinado la noche.

—Es la profesora de mi hija, Trev.

—Y una chica increíblemente sexy y jodidamente inalcanzable. Lilith Greco se ha fijado en ti, Dom, ¿sabes cuántas personas matarían por estar en tu situación?

Rodé los ojos.

—No es para tanto.

—Sigue engañándote a ti mismo —bufó—. Lilith Greco es una maldita diosa, la gente mataría por una sola mirada de ella. Y tú, desgraciado, estás desaprovechando tu oportunidad.

Le pedí a uno de los camareros una Coca Cola y aproveché para pagar la botella de agua que le había comprado a Lilith. Di un trago largo de mi bebida y escuché a mi mejor amigo refunfuñar.

—Lo digo en serio, Dom, no seas idiota. Además, este es el último año en el que estará sola.

—¿Qué? —fruncí el ceño confundido. Trev rodó los ojos.

—En serio no te enteras de nada —se quejó—. Sus hermanos y el tuyo la cuidan como si fuese una niña virgen, tío. Los gemelos y Valak Greco están en la universidad y dudo que tu hermano se meta, así que tendrías que aprovechar este año. La Manada no te cortará la polla si no están aquí.

Eché una mirada a Lilith, que estaba con Abi Davis y Leviatán Greco. Eran menores que yo, pero los conocía por ser amigos de mi hermano y de las reuniones trimestrales, aunque dejé de ir a estas cuando tuve a mi hija, alegando que estaba demasiado ocupado. Realmente solo quería alejarme de toda esa mierda.

—¿De verdad ella es miembro de La Manada?

Trevor se enteraba de todo. Siempre. Supongo que manejar diferentes bares en la ciudad le permitía enterarse. Además, también llevaba el casino, pero ahí solo iba gente más grande así que no se hablaba mucho de ese grupito anarquista.

—¡Pues claro! No te ciegues como hacen los adultos, Dom.

—Somos adultos, Trev. Estamos más cerca de los treinta que de los veinte.

Él resopló.

—Pero nosotros no ignoramos la corrupción como hacen ellos —alcé una ceja, porque yo sí que ignoraba la corrupción. Él puso los ojos en blanco—. Como sea, Dom, no seas idiota y ve a por ella.

Delirio (LM #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora