-Si me quitas la mirada tal vez resultaría más creíble tu irritación por mi completo ser - alude Axel con los ojos cerrados - ¿en qué piensas tanto? Se te freirán las neuronas-En que nunca te di las gracias por ir por mí - confieso y me mira de forma instantánea - pero luego de ese comentario solo pienso en patearte el culo así que nada que hacer
-Es por la bala que dejaste que no me matara, ya tenemos esa cuenta saldada
-Al parecer nunca dejaremos de debernos algo, ¿qué te sigo debiendo Meyer? - inquiero levantándome de mi silla para sentarme a su lado
-Tu sola presencia me hace cuestionarme si eres tú la que me debes algo por tenerme así o soy yo el que te debe algo - expone acomodándose en su asiento para quedar a la par de mi mirada-¿Y si cerramos cuentas?
-Tú y yo jamás podremos saldar cuentas Marchetti - dice acercándose a mi rostro - porque eso significaría que al verte no querría empotrarte contra ningún lugar y créeme que lo ultimo que quiero es dejarte en paz
-Entonces creo que ya estamos a mano - digo acercándome más y tal vez no se a donde se fue mi cordura porque lo único que pide mi piel es que él la vuelva a tocar, así como mi boca solo quiere que la posean
-Yo también lo quiero - admite como si pudiera leerme mientras cuela un dedo para acariciarme el labio inferior y si no sabía a donde se había ido mi sentido común, ahora menos se donde encontrarla. Antes de que sea consciente de cualquier cosa siento como las manos agiles de Axel se posan en mis muslos y me impulsan hasta que caer en su regazo
-¿Qué haces? - increpo nerviosa
-Lo que tu quieres, pero no te atreves a hacer. Valiente para las balas y cobarde para tus más bajos instintos
-No sabes nada de mí Meyer, así que no finjas conocerme porque no conoces ni un gramo en lo que se refiere a mí
-¿Qué debo saber? ¿Las trivialidades de tu color favorito o demás? O que huyes cuando sientes que el control se va de tus manos
-No...
-No lo intentes negar De angelis, cuando sientes que pierdes el control empiezas a batallar contigo misma, justo como ahora
-¿A que te refieres? Estas demen...
-A que, si lo que yo dijera fuera una total mentira ya te habrías levantado de mi regazo y me demostrarías lo opuesto, pero aquí sigues - señala convencido y no había notado que tenía razón - ¿y sabes por qué? - ruedo los ojos con desinterés y el aprieta mi cadera atrayendo toda mi atención - porque a veces tu lucha se queda tan interna que cuando te conceden lo que deseas te descolocas
-¿Vaya voy a tener que pagarte como mi gurú personal? Porque te lo estas tomando demasiado enserio - comento escéptica recobrando la compostura - ¿Cuánto cobras por la hora Meyer?
-Y ahí te veo de nuevo, la forma en la que te yergues cuando te dicen algo que te deja en evidencia, como tu mirada se encandila en cuestión de nanosegundos siendo la emoción más fugaz y apagándola tan pronto como llega
-¿A qué viene tanta palabrería mi estimado gurú?
-A que no necesito conocerte hace más de diez años para leerte, no necesito saber datos superficiales para saber tu esencia. A un buen lector pocas palabras y más acciones
-El dicho no decía eso - anoto divertida
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Caos
Novela JuvenilYo no estaba buscando nada, hasta que la nada chocó conmigo en la acera de la calle de una cafetería concurrida. De todas las personas que tenía que arrollar, es precisamente él, el cuñado de mi hermana, el egocéntrico alemán de más de un metro oche...