Capítulo 24

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Ayer después de una larga siesta, le deje al chico Meyer un mensaje en su contestadora, al parecer estaba muy ocupado porque no atendía mis llamadas y mi quizás mi orgullo o ego no me dejo seguir insistiendo en más... es solo una posibilidad 

- Te va a dejar el avión, deberías haber salido hace media hora – grita Liv desde la cocina, mientras yo cierro mi maleta preparándome para ir a la boca del lobo – mueve tu culo ¿o tengo que ir por ti?

- Ya estoy lista – expreso con pereza saliendo de la habitación mientras veo que hizo desayuno – yo quiero, dame – liv cocinando era como si te perdieras una visita con Dios

- Comerás de mis delicias – indica – pero en el avión, porque no lo vas a perder. Niña impuntual

- Sonaste a mamá

- Búrlate de mí por mensaje de texto, ahora toma, guárdalo – me tiende un pequeño recipiente – ¿Cómo está de pila tu celular?

- No haré esto. No eres mamá y como dices voy tarde así que me voy a... - me corta el sonido de unos nudillos tocando la puerta 

- Debe ser Jimi, le dije que viniera por tu maleta. No estás en condiciones para andar cargando peso alguno

- Serás una mamá muy linda, pero ya tengo una y se llama Sandra. ¿No la conoces o sí? 

- No me importa, yo soy tu hermana lo que me da derecho a esto – dice abriendo la puerta dándole paso a un Jimi muy alegre 

– Jimi ni, aunque te diga que ella puede le des la maleta

- Te adoro, pero puedes llegar sembrar en mi un profundo deseo de asesinato ¿lo sabias? 

- Si, tienes el mismo efecto en mí – exclama con una sonrisa divertida

- No se te olvide la reunión de mañana con el cliente de Rumania, sabes que es muy estricto. Si necesitas ayuda o algo escríbeme...

- Termina de irte, te amo – besa mi mejilla – y cuídate que estarás muy lejos para que pueda ahorcarte por hacer alguna pendejada

- Sabes que de las pendejadas no me libro – le guiño el ojo – y te adoro, si hablas con mamá o algo dile que tengo un viaje de negocios, prometo decirle todo yo cuando regrese

- De acuerdo, por favor vete 

- ¿Tan poco me quieres?

- Llevas media hora despidiéndote, ya Jimi bajo genio y tu aún aquí 

- Es que te amo mucho – digo abrazándola – si vas a follar con mi cuñado fuera de tu cuarto desinfecta el área – pido sonrojándola en el proceso y sin más me voy porque si ella responde yo también lo haré, y jamás me iré

Axel

Luego de que la pobre enferma, que de pobre no tiene ni un pelo, se fue de mi casa. Veo los pendientes que tengo. Creo que mi cama y yo no nos veremos dentro de un buen tiempo. Analizo los videos que me envió Brian a mi computadora y veo las grabaciones del parque donde estaba Maddison antes de que llegara. La imagen no es del todo clara para que pueda ver los rostros de las escorias que se atrevieron a tocar a la morena que hace unas horas yacía en mi cama, pero me alerta un movimiento y recuerdo que Muley dijo que me tenia un regalo. Preparo todas mis cosas y salgo de casa. No sin antes pasar por mis hermanos para ir a la prisión Meyer, ambos se negaron a que fuera solo para asignarle los guardaespaldas a nuestra madre, alegaron que también estaban inmiscuidos y ante ese argumento se me hizo imposible discutir. 

- Pensé que te irías sin mí – saluda mi hermana saliendo de su piso 

- ¿Y exponerme a que me hagas berrinche por no llevarte y me jodas la vida día y noche? Gracias, pero no – respondo divertido

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