Capítulo 35

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Axel

- Bueno, esta noche es casi imposible no agradecerle a mi gurú de cabecera – comenta Maddison mientras entramos a la casa

- Como si tuvieras otro – me burlo

Se detiene a mitad de la pequeña estancia para darme una mirada de pocos amigos y me quedo en esos ojos cafés que aún están algo rojos producto de las lagrimas tirándome algunas dagas  

- Eso es lo que tú no sabes Meyer

- Bueno tanto Liv, como mis hermanos no tienen derecho a castrarme. La reina a llegado a su morada sana y salva – le hago ver ignorando lo que dijo mientras le saco una ligera risa

- De hecho, Liv no sabe con quien vine. ¿Los muchachos saben algo?

- No es algo que deba decirle realmente a nadie, ni siquiera lo sospechan. Es común que desaparezca por negocios, así que como jefe de la seguridad privada de la reina debo decir que nadie sabe nada

- ¿Ni siquiera Brian como tu informante estrella? – reprocha y se había demorado en hacer un comentario – y ni se te ocurra negarlo. Porque tú eres gurú, pero yo soy bruja

- Igual de mala – replico con sorna – pues sí, ya lo sabes así que no tiene sentido negarlo. Al parecer esas tres porciones de postre te iluminaron la mente

- Mi mente siempre vive iluminada idiota – alega golpeándome levemente el abdomen – Además dijiste que podía pedir cuanto quisiera

- Lo hice y me alegra saber que disfrutaste de mi comida

- ¿Quién dijo que lo disfrute?

- Las tres porciones de postre, el que te comiste todo tu risotto y la mitad del mío – enumero con diversión viendo como se hace la desentendida con lo que digo – ¿Cuál es tu nueva excusa ahora pequeña mentirosa?

- No es una excusa. – chilla como niña pequeña al sentirse expuesta – La verdad es que me comí todo eso por una sola razón, porque me daba pena que la comida se echara a perder

- El día que te dejes ganar con facilidad sabré que el mundo esta a punto de caer. meine hübsche Lügnerin

Intento retomar mi andar dando por terminada nuestra pequeña conversación, sin embargo, me detienen unas delicadas manos que tienen mas fuerza de lo que parece

- Es de muy mala educación dejar una conversación a medias

Acusa la morena frente a mi pasando unas manos por mi cuello mientras me acorrala con su pequeña estatura contra la pared. El mafioso alemán dejándose enjaular por la futura reina de la mafia italiana. Que ironía trae la vida, porque aunque no perteneciera ami mundo seria capaz de dejarme acorralar por ella las veces que fueran necesarias y más si la tengo tan pegada a mi cuerpo

- ¿Alguna idea para seguir la conversación? Estoy seguro que otro de tus tantos gurus podrá atenderte a esta hora – articulo posando mis manos en su cintura

- Es cierto, tal vez debería irme con otro de mis gurus – formula altiva acariciando el cabello de mi nuca ganándose una mirada inquisitiva de mi parte – sin embargo, hay privilegios que otros no me pueden dar

- ¿Así? Haber cuéntame, estoy muy interesado en saber

Pido alzándola hasta que logra enrollar sus piernas en mi cadera

- Puedes creer que a ellos no puedo hacerles esto – me besa adentrando su lengua en mi boca y dejándome preso de la dulzura de sus labios y del compás con el que maneja el beso

- Estoy seguro que podrías hacerlo, nadie querría perderse la oportunidad de probar el manjar que tus labios tienen para ofrecer

- No puedo hacer con ellos esto – me da un casto beso – porque no quiero. ¿Satisfecho Meyer?

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