Capítulo 33

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- Al parecer te tomaste enserió lo de sorprenderme - aludo a Meyer viendo la pequeña estancia frente a mí - ¿sacaste la idea de pinterest? - inquiero con sorna produciendo que una risa ronca llene el espacio

- Buen intento, pero estas equivocada. Quería mostrarte algo mientras comíamos

- y eso es...

- Mujer impaciente - confirma burlándose - linda impaciencia, pero no lo suficiente para hacerme hablar De angelis

- No soy impaciente - me quejo - solo me gusta saber con lo que puedo topar en el camino

- ¿Y eso donde deja el factor sorpresa?

- En una falsa expresión de sorpresa cuando me muestres lo que me dijiste que me ibas a mostrar - explico haciendo que me mire negando la cabeza - Ahí quedaría. O en el país de las maravillas, donde lo que me dijiste se me olvidó y te hago la mueca mas genuina que salga de mi retorcido corazón o nos vamos más allá y lo mandamos a la mierda, después de que tenga la información ¿que importa?

- Claros y contundentes argumentos, casi me convences Brünette - me besa suavemente la frente con aire de caballerosidad que jamás había visto en él - sin embargo, solo llegaste al casi. Mientras me quedo con la lección de que hasta la realeza tiene el poder de mandar a la mierda a los plebeyos - me toma de la mano para darme un ligero beso en el dorso

- ¿El príncipe viene con la decoración? Porque si es así quizás la conserve - le hago ver con una sonrisa - Aunque el perverso que se quiere adentrar en mis bragas no me molesta del todo

- Así que el mozo perverso no le molesta a su majestad. Vaya suerte la mía - confiesa acariciando mis labios - su majestad a aprobado a este pobre ser de clase inferior. at der vil være helvedes døre, fordi jeg ikke kommer til at gå glip af muligheden og blive uden dig <<Que se habrán las puertas del infierno porque no pienso desaprovechar la oportunidad y quedarme sin ti>>

- Eres un hijo de - me corta con un casto beso antes de hecharse a reír - algún día no tendrás idioma que se resista a mí

- Algún día no tendré como ocultarte nada aunque lo desee - alega en mi oído al abrazarme - vamos, necesito que la reina vea lo que preparé. No todos los días un plebeyo tiene una oportunidad así

Tira de mi mano casi arrastrándome mientras yo solo consigo reír por su arrebato de locura. ¿Quién es este hombre que está tirando de mi mano y que hizo con el maleducado idiota al que arrolle hace unos días? Pero sobre todo ¿Qué hago yo aquí con él?

- Vas a acabar conmigo si sigues tirando de mí así - replico deteniendome - ya eres uno de los pocos de la clase plebe a los que le dirijo una mínima atención, no quieras acabar con ella ni conmigo

- Eres un hueso duro de roer De angelis - me da un largo repaso con la mirada - Además, aún no quiero acabar contigo. Og det værste er, at jeg måske aldrig vil have det <<Y la peor parte es que quizás nunca lo quiera>>

- Por eso no me junto con los plebeyos - me acerco a su boca simulando que le daré un beso - son insufribles

- Me lastima su alteza - dramatiza - Vamos a ver que piensas luego de esta noche

Fanfarronea mientras me carga como una saco de papas hasta llegar a la pequeña campaña que está llegando a la orilla de la playa.

Me quedo hipnotizada por unos segundos por lo que veo, no me importa mucho si la pequeña llovizna me está mojando la ropa porque analizar esto vale la pena.

No sé como lo logró Meyer, pero es fantástico. Es una especie de quiosco, pero menos rústico y más bohemio. Mi lado hippie no puede estar más feliz con todo esto. Todo en el lugar grita ¡RELAJATE!. Desde la falta de muebles, solo está un gran sofá azul con algunos cojines que con el clima solo amerita llorar y ver la película más vieja y romántica de la historia hasta el toldo que le da a todo un aire de privacidad, es como si me estuviera sirviendo en bandeja de plata la gasolina para que con un cerillo pueda volver todo cenizas. Esta abriéndole la puerta al caos y al parecer solo yo lo puedo incitar a que entre y se lleve todo a su paso.

- Cuando dijiste que me llevarías a cenar me imagine uno de esos restaurantes de personas que se pudren en dinero

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