Caos

Capitulo 5

Corre y no mires atrás, ellos no son quienes crees....... Corre y escapa, ellos te quieren hacer daño no te detengas hasta estar segura no puedo respirar, siento que me ahogo.... No me puedo mover, veo a mis papás con gente mala, escucho disparos, alguien se me acerca y me encuentra quiero huir, pero no puedo, quiero correr...

- Sandra no me dejes, me quieren llevar, no me dejes.... ¡AYUDA!

Me despierto agitada, de nuevo ese tipo de sueño, hace un tiempo que vengo soñando con eso... En este tipo de sueños siempre aparecen Evangelina y Gabriel diciéndome que corra o que me esconda porque alguien me persigue y al final veo a mamá con los ojos llorosos y diciéndome que corra hacia la casa de ella y me esconda, es como si fuera un mosaico de cosas que me intentan decir algo... ya no se lo que estoy pensando, me regaño mentalmente por colocarme pensar cosas tontas, eso debe ser consecuencia de las constantes llamadas de mis progenitores. Siempre arruinando todo a su paso, aun sin contestar consiguen perturbarme.

Me levanto de la cama con un sonoro suspiro viendo a mi alrededor y recordando como llegué aquí y porque lo hice. Ellos no hacen parte de mi presente, no hicieron parte de mi pasado y no harán parte de mi futuro.

Niego con la cabeza repitiendome el mantra con el que me aseguré al dejarlos fuera de mi vida, mis elecciones, mi vida. Yo elijo y elegí lo que hoy tengo que me hace feliz.
Sin saber como mi memoria me regresa a cada cumpleaños que célebre en la calidez de mi pequeña familia y me reconforta saber que los elegí y que ellas a mí igual. No importa nadie que no sean ellas, son mi mundo después de todo.

Me dirijo con una pequeña sonrisa al baño a terminar de mejorar mi humor con un delicioso baño calientito, nada mejor que los mimos mañaneros para ahuyentar a la ponzoña de mi mente.

Salgo del baño envuelta en una toalla y espero a que mi cabello se seque un poco, me dispongo a vestirme, pero mi rugido interno me detiene. Mi hambre no da espera, por lo que salgo rumbo a la cocina en ropa interior teniendo como único objetivo el refrigerador.

Al parecer Liv estaba por aquí, todo en la cocina indica que estaba preparando la comida, pero dejó todo sin terminar.

- Eli, cariño. Alimenta...nos

Mi grito queda en un leve susurro cuando me giro a buscar a mi hermana y lo único que me da el universo es su mierda. Querido universo, primero la visita mental de mis desdichados progenitores y ahora traerme hasta mi sala al chico idiota, muy idiota con el que discutí ayer hasta mi sala conmigo en ropa interior, si no me odias mejor no me ames.

- Cazzo. <Mierda> - maldigo en un susurro, con la esperanza de aun estar soñando y que de tanto pensar en él antes de dormir todo esto sea un cruel sueño. Pero no, en definitiva es él. Cuando logro salir de mi trance me coloco recta, no me intimidaba mi couch, mucho menos un imbécilde octava - ¿se te perdió una igual a mí o es que ahora me vas a decir que jamás has visto a una mujer en ropa interior? Porque cara de célibe no tienes, un poco de idiota sí, pero de célibe no

Hablo haciéndolo levantar la mirada de mis pechos, los cuales justamente están cubiertos por una diminuta tela de encaje dejando poco a la imaginación.

- No la verdad es que no se me perdió nada ni nadie, solo vine de visita porque...

- La verdad me gustaría saber cómo un prospecto de playboy terminó en mi sala e invadiendo mi privacidad, pero me voy a ir a cambiar porque con tantas miradas ya sentí que me terminabas por quitar lo que me queda de ropa, así que con tu permiso me voy a cambiar para ver si así ahuyento a tanto acosador que hay por ahí - lo interrumpo antes de dirigirme a mi cuarto a paso seguro sin dejar de lado el portazo que dí por tan cruel existencia