Capítulo 37

73 5 0
                                    

Axel

Me despierto cuando el sol se empieza a colar por las cortinas, la verdad es que tengo un sueño lo suficientemente ligero para notar como una mosca pasa encima de mí.

Y también note que alguien está fuera de la habitación, díganle destrezas mafiosas o que Conrad antes de irme de viaje intento asfixiarme una vez empezó a notar que si me iba bien en el viaje a Alemania y las familias me aceptaban él no iba a poder hacer nada que pudiera detener su caída.

El muy cabrón olio su sangre escurriendo mis manos, de la misma que manera que yo la olí la noche que golpeo a mi madre cuando estaba embarazada de Ellie hasta dejarla en estado vegetativo por alrededor de tres meses.

Tres meses en donde Tyler mágicamente desapareció.

Era un crio, pero no era idiota, sabía que mi hermanito no iba a tolerar ver como le arrancaban los sesos a su yegua preferida.

Él no sabría manejar el dolor de ver a nuestra madre solo sobreviviendo con máquinas y mucho menos iba a entender porque el jodido padre de su madre no hizo nada cuando le vio la cara amoratada de la cantidad de golpes que su gran y honorable yerno le había propinado.

Tampoco comprendería las plegarias de su abuela que pedían que ella despertara y aprendiera a callarse de una vez para poder tenerla unos años más. Al parecer era mi madre en coma luchando por su vida la que tenía que aprender a comerse la dignidad junto con toda la mierda que le tiraba a la cara mi distinguido padre.

Ell ni siquiera había nacido y ya estaba sufriendo las consecuencias de tener a un maldito como padre, no iba a permitir que mi hermanito también sufriera esas consecuencias tan temprano. Él merecía una infancia, no una carnicería nocturna para enseñarte que es lo que hace un hombre y mucho menos que la nana le cantara en las tardes donde tenía pánico de que llegara la noche y mojaba sus pantalones por el miedo de ver cual de sus mascotas seria la próxima en la lista.

Tengo razón, por eso desde los quince ya tenía los suficientes conocimientos de medicina veterinaria y humana para ver cuanto podía salvar de la carnicería que se habían convertido mis noches. No logré salvarlos a todos, de hecho salvé a muy pocos, pero todo eso me dejó de importar cuando luego de tres meses de constante tortura mi madre regresó con un nuevo elemento a proteger en sus brazos, mi hermanita.

Conrad tuvo miedo de lo que está pasando, tuvo miedo de que mis agallas fueran mas grandes que las de él y que el rey llegara a desatar el infierno.

Mi hermana creció bajo mi entera protección y, aunque trate de que Ty no sufriera Conrad no lo dejó ir tan libre. Lo sometió a entrenamiento y humillaciones, pero no lo jodió lo suficiente porque el cabrón de mi hermano lo sigue queriendo y justificando su pasado con él con un "lo hacía para hacernos más fuertes".

Pues su fortaleza me la paso por el culo con la sangre de Spektrum porque con la sangre de la mujer que me cuido mientras mi madre estaba bajo su yugo no tengo el valor de hacerlo.

Vendió la vida de su ama de llaves porque ella sabía de una misteriosa alianza entre dos mafias que desatarían el infierno si se unían. Lo que jamás supo Conrad es que eso llegó a mi cuando ella murió.

Era astuta y por eso nunca descubrieron que la anciana inútil en realidad era una informante de alguien fantasma. Era la mejor recolectando información por su timidez y aparente negligencia.

Tenía mas información de todas las mafias que cualquier persona, por eso me dejó muy en claro en una libreta que tuercas apretar y cuales soltar.

Como por ejemplo a mi primo, su hijo. El brillante Brian Mulay o quizás a mi medio hermano, porque sí, mi padre fue tan estúpido que tuvo un hijo fuera del matrimonio con una de su harem.

CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora