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ROSIE

Corrí por el gran bosque, sintiendo como mis pies se incrustan con las ramas rotas que se encuentran en el frío y húmedo suelo, pero lo que más importaba eran las diferentes auras coloridas pasaban por mi lado, con el propósito de dañarme.

Pero ninguno tenía éxito alguno.

Mis molestos perseguidores no pueden apuntar con facilidad por mi habilidad al momento de correr y es que estoy acostumbrada a huir por mi vida.

Desde hace años que intento escapar y es que ellos me quieren por algo que desconozco, lo que no comprendo, porque no he hecho nada malo.

Me detuve justo en la orilla del bosque y miré hacia abajo.

Mi cabello comenzaba a moverse con el fuerte viento que hay en estas fechas, aunque realmente no sé qué día o mes es, el suave frío me hace pensar que nos encontramos en noviembre, quizá.

Miré hacia atrás y vi como las siluetas con grandes togas y capuchas que los cubrían por completo, se acercan cada vez más, con sus manos elevadas, preparando el ataque.

Volví mi vista hacia abajo y pude ver un gran río que conduce muy lejos de aquí, de eso no hay duda.

Así que, sin pensarlo dos veces, salto, cayendo hacia el río.

Mi cuerpo impacta con la helada agua que me congelaría si no fuese por la adrenalina que tengo en estos momentos, sin duda alguna.

Mi cuerpo hundido comenzó a moverse por la fuerte corriente que hay en estos momentos, pero en ningún momento me sentí ahogada.

De hecho...

Me sentía aliviada.

Al final, después de un rato de andar en el agua, terminé chocando con una roca, a la cual me aferré para alzarme a mí misma y gatear con cansancio hacia la orilla.

Me levanté con pesadez y comencé a caminar ya sin fuerzas.

Realmente no sé con exactitud por cuanto tiempo me encuentro caminando, completamente descalza con la ropa rasgada, las manos algo ensangrentadas y mis ánimos perdidos.

A lo lejos pude ver una puerta algo escondida, así que con las pocas fuerzas que me quedan, comencé a acercarme.

Con un solo pensamiento en mi cabeza o más bien, una persona, que por alguna razón sé que es importante y que podría ayudarme.

APRIL

Cerré mis ojos y usé mi aura contra la persona que tengo frente a mí, la cual salió disparada con fuerza hacia la pared, golpeándose con ésta, para al final, caer al suelo, débil.

Escuché unos aplausos, los cuales me hicieron deshacer mi aura y así volver a la normalidad, viendo a Amber levantándose con dificultad.

—Perfecto. – dice Hunter, entrando a la sala. – Vas mejorando tus técnicas, sin hacer tanto daño. – se acerca a mí.

—¡Eso fue trampa! – dice Amber, realmente molesta mientras se acerca a mí.

—No fue trampa. – la miro, cruzándome de brazos. – Estamos entrenando.

—Me las pagarás. -dijo, levantando su mano y formando una gran bola de color naranja, su aura mejorada con el paso del tiempo.

Pero una llama plateada retiró su aura de su mano y ambas nos giramos para ver a un Damien completamente serio, entrando a la habitación.

—¿Qué les dije sobre usar esos poderes entre ustedes? – dice Damien, seriamente.

—Estábamos entre... – me interrumpe.

—No me importa, deben guardar su energía para algo más importante. – dice él, cruzándose de brazos, con el mismo semblante.

—¿Qué sería más importante que arrancarle la cabeza a esta tipa? – dice Amber, refiriéndose a mí, haciendo que la miré con gran sarcasmo.

—Hay cosas más importantes. – dijo Damien. – Ahora vayan a su dormitorio, que mañana debemos part... – un estruendoso ruido nos hizo callarnos y voltear hacia donde se encuentra la salida.

Los cuatro corrimos hacia la salida de este gran bunker que se encuentra en lo profundo de la tierra.

Y es que hace cinco años que nos vinimos hacia acá.

Tras habernos quedado unos días en casa de Lucy y Max, ellos me trajeron aquí, según Damien éste es un buen lugar para mis habilidades, al estar bajo tierra, la energía que se encuentra en mí no podrá salir con tanta fuerza.

De alguna manera se controlará.

Al salir de la puerta algo escondida y deteriorada por el tiempo, pudimos ver a una chica rubia, cuyo cabello se encuentra completamente sucio.

Su ropa se encuentra manchada de lo que parece ser lodo, además de estar algo rasgada.

Sus uñas no se encuentran en sus manos, así que lo único que posa en ellas es tanta sangre.

Ella nos mira, mostrando alivio al vernos, además de tristeza.

Su rostro angelical se encuentra deteriorado, por la culpa del bosque y lo que parece ser agua recorriéndola por lo que debe estar enfriándose por completo.

Ella continúa su camino hasta llegar a nosotros y caer de rodillas al suelo, con tanto cansancio.

Pero lo que murmura nos deja helados, sobre todo a mí, porque de nuevo me encuentro involucrada en algo más.

—April... – dijo la chica, antes de caer desmayada en el húmedo césped.


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[COMPLETA] ✓ AURA: LA REINA DE HIELO II [SAGA AURA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora