10

1 0 0
                                    


Claramente nuestro grupo no se quedó atrás, ya que ellos también se pusieron en defensa, sacando sus auras para poder protegerse ante algún ataque.

Excepto yo, que quedé en medio de ambos bandos con Edward y Tessa, los cuales no dejaban de mirar la escena.

—¿Qué hacen aquí? – pregunta Stella, con sus ojos brillantes por la energía que emana de ella.

—Tranquilos. – dice Tessa. – Quizá ellos sepan lo que en realidad sucede con April.

—Ustedes le hicieron eso. – dice Megan, furiosa.

Ella se acercó justo hacia donde se encuentra Damien, el cual retira su aura al verla frente a él, algo confuso por la media sonrisa que hay en el rostro de la chica, pero que inmediatamente le cambia al proporcionarle una gran bofetada en su mejilla, haciendo que se escuche por toda la habitación al estar en completo silencio.

—Síganme. – dijo Edward, interrumpiendo este gran momento, excepto tú. – mira a Rosie, la cual lo mira sin comprender.

—Pero... – ella intenta decir algo, pero él la interrumpe.

—Tess. – es lo único que dice Edward, a lo que ella asiente, pareciendo entender ese extraño lenguaje que solo ellos comprenden.

Tess no duda ensacar un táser y utilizarla contra ella, haciendo que caiga al suelo, con dolor, para después mirarme, como si quisiese mi ayuda.

—Alex... – murmuró ella, mirándome.

Pero yo solo procedí a ignorarla y seguir a Edward.

Realmente no confío en ella tras lo que me dijo April, ya que Rosie fue la que provocó esto en ella.

Al caminar por unos pasillos algo largos, terminamos entrando a una habitación con unas lindas paredes rosadas con unas ventanas de las cuales entraban los cálidos rayos del sol, el cual ya había salido por completo y ahora, ayudaba a los portadores del aura de fuego a regenerarse de alguna manera.

Regenerar su fuerza.

Al mirar hacia la cama pude ver a una April acostada en la cama, tan pálida que cualquiera pensaría que realmente se encuentra sin vida, pero ahora mismo sé que es por aquel virus que Rosie provocó.

A su lado se encuentra un chico rubio, sentado sin dejar de mirarla mientras toma sus manos.

Por alguna razón puedo sentir el malestar del chico al verla de ésta manera, muriendo por algo tan desconocido para nosotros.

—Hijo de... – dijo Hunter, acercándose con prisa.

Pero Michael, sin siquiera mirarlo, alzó su mano y de ella salió disparada un aura rojiza directo hacia él, lanzándolo lejos.

Hunter terminó golpeándose contra la pared y cayendo al suelo, adolorido mientras Michael tan solo bajaba la mano, para seguir tomando la mano de April, la cual respira un poco entrecortado.

—April... – murmuré, rodeando la cama y acercándome a ella, sentándome a su lado mientras tomo su otra mano entra las mías.

—¿Qué le hicieron? – pregunta Michael, alzando la vista para mirarme.

Estuve a punto de hablar, pero Edward me interrumpió, haciendo que me gire para mirarlo, sin dejar de tener la mirada de Michael en mí.

—Fue poseída. – dice Edward. – Por un demonio maligno que roba el aura de las personas.

—¿Qué? – preguntó Hunter, levantándose del suelo.

—¿Alguien sabe algo más? – vuelve a preguntar Edward, ignorando a Hunter, lo que parece molestarle.

Siento la mirada intensa de Michael, como si supiera que yo me he enterado de algo.

—Salgan todos. – dice Michael.

—Ya escucharon. – dice seriamente Edward, cruzándose de brazos.

Los demás no chistaron y comenzaron a salir, a excepción de Hunter y de mí, aunque por mi parte, me puse de pie y mi intención era salir, pero una pared de fuego se interpuso entre mi camino, haciéndome girar la cabeza en dirección a Michael.

—Excepto tú. – dice él, sin dejar de mirarme.

Sentí las miradas de Damien y de Hunter en mí, sé que se encuentran confundidos por la decisión de Michael.

Y la verdad, yo igual.

—Pero... – dijo Hunter. – Yo debería quedarme.

—Tú no. – murmura Michael, seriamente sin mirarlo.

Edward les hace una seña para que salgan y aunque Hunter se rehusaba, al final Damien terminó empujándolo a la salida, a lo que Edward les terminó cerrando la puerta a sus espaldas, impidiendo que vuelvan a entrar.

Al estar solos, la barrera de fuego se esfumó y ahora tenía ambas miradas puestas en mí que me ponían un poco nervioso por la presión que siento ahora mismo.

—Tú sabes algo. – dice Michael, poniéndose de pie. – Así que habla.

—¿Es cierto? – pregunta Edward y yo asiento.

—Sé muchas cosas. – miro a April. – Ella estaba desmayada y al despertar me dijo que Rosie le había hecho esto, así que entré en su mente y... es mejor que lo vean. – los miro y cierro mis ojos.

Siento mi aura emanar de mí y al abrir mis ojos formo una enorme pantalla frente a mí, para que ellos puedan verla sin dificultad.

Las imágenes sobre la oscuridad en la que se encuentra April, sufriendo tanto y se podía notar por su rostro.

Pero esa imagen se comenzó a distorsionar hasta pasar a la siguiente, en la cual se pueden ver los labios de Rosie moviéndose una y otra vez hasta que finalmente se escucha aquella frase que habla sobre el renacer del Fénix, lo que hace que ellos se vean tan tensos.

"Proszę bogów, którzy mają to ciało, aby upadł, a tym samym byli w stanie podnieść prochy Feniksa."

La imagen volvió a distorsionarse hasta desaparecer por completo, haciendo que alce mis manos y regrese el aura a mi cuerpo sin dificultad.

—Mierda... – dice Michael, formando puños con sus manos.

En eso, un ruido estruendoso se escuchó fuera de la casa, lo que nos hizo voltear hacia la ventana, la cual se encuentra un poco lejos de nosotros.

Esto no podría ser bueno.


****

[COMPLETA] ✓ AURA: LA REINA DE HIELO II [SAGA AURA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora