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ALEX

Di una vuelta y aterricé con fuerza en el suelo, haciendo algunas grietas en él, mientras miraba a todos lados.

El lugar se encuentra tan oscuro, pero gracias a que el aura sigue en mí, puedo tener una visión nocturna.

A mi alrededor se encuentran pequeñas cúpulas que contienen criaturas durmientes, criaturas de hielo.

Comencé a caminar entre ellos, haciendo el mínimo ruido hasta toparme con una cúpula más grande que parece estar vacía, lo que indica que una de las criaturas salió, pero no cualquiera.

Parece ser que ésta es más grande, como si fuese la líder, la madre de las demás y, a decir verdad, puedo sentirla.

Puedo sentir su energía.

Escuché un ruido detrás de mí, por lo que me giré, pero no se encontraba nada aquí, así que continué mi camino, hasta pisar una sustancia viscosa de color verde.

Me agaché y la toqué con mis dedos, sintiendo la frialdad, por lo que debe ser de esa criatura.

A lo lejos escuché un fuerte chillido perteneciente a un animal, por lo que me giré hacia una especie de ventana de hielo y pude ver una enorme montaña a lo lejos.

De ahí proviene el lugar, por lo que debo darme prisa ya que la criatura se acercaría en cualquier momento para regresar por sus crías.

Y no quisiera estar presente en ese momento.

Caminé sin mirar atrás hacia un largo pasillo que se encuentra lo suficientemente oscuro como para no ver del todo con claridad, pero al tener mi visión nocturna, no se me dificulta tanto.

Aun así, alcé mi mano y formé una bola plateada con mi aura, que me ayudaría un poco más con mi visión.

Caminé un poco más hasta llegar al fondo del pasillo, en donde se encuentra una enorme puerta azul intenso con algunos detalles plateados, como si fuesen enredaderas de ese color.

Sin dudar la empujé un poco y ésta se comenzó a abrir, mientras unas luces comienzan a encenderse conforme entro, junto con unas antorchas que decoran el lugar, haciéndolo más horrible.

Al entrar, la puerta se cerró a mis espaldas, por lo que me giré y en eso, una risa se escuchó a mis espaldas.

—Te estábamos esperando, Alex. – dijo una voz femenina.

Al girarme de nuevo pude ver unas cápsulas en las cuales se encuentran mis amigos y los amigos de April, a excepción de Logan.

Siendo un total de 16 cápsulas llenas de gente que se encuentra dormida, con tubos conectados a ellos y a las cápsulas, a excepción de Emma, que tan solo se encuentra dormida sin nada conectado a ella.

Los demás parecen estar siendo absorbidos por los tubos, los cuales se encuentran del color respectivo de cada aura que les pertenece, como si Rosie quisiera tomar toda su aura para ella misma.

Cuyo plan siempre fue tan claro.

Mezclar cada aura para ella absorberlo y ser más poderosa.

Mi cabeza comenzó a doler tanto, por lo que caí al suelo, sin dejar de tocar con fuerza mi rostro.

—Has olvidado cada recuerdo sobre mí. – dijo la voz femenina.

Pequeñas imágenes empezaban a invadir mi mente, como si fuesen piezas de rompecabezas que comenzaban a juntarse hasta unirlas por completo y así recuperar aquello que alguna vez me quitaron.

—Ahora sufrirás las consecuencias.

Grité de dolor al recibir punzadas dentro de mi cabeza.

El rostro de Rosie se podía apreciar con claridad en diferentes fragmentos de mis recuerdos.

Las reverencias hacia mí.

La sonrisa pícara que me daba al momento de verme.

Sus acercamientos hacia mí al momento de encontrarnos en el castillo de sus padres.

El filo de mi espada.

El como ella se comienza a desabrochar su vestido frente a mí.

El momento en que entran a la habitación y ella me mira con decepción total al traicionarla.

La fuerza que ejerce ante el agarre de los guardias, pero la facilidad para ellos al inyectarle algo en su cuello que la hizo caer dormida sin dejar de pronunciar algunas palabras.

"Te arrepentirás..."

"Volveré por ti..."

Alcé mi rostro con dolor, viendo una silueta caminar hacia mí.

—¿Quién eres? – pregunté, débil ante los recuerdos que seguían llegando a mí.

En mi mente volvieron a proyectarse las imágenes sobre la chica rubia que me mostraba su poder, congelando un objeto en su mano.

Con tanta felicidad.

Pero aquella felicidad que cambió al tener más poder en sus manos que la ayudaba a comenzar a asesinar a la gente.

El momento en que entró a mi alcoba, con una sonrisa macabra en su rostro y la sangre es su enorme vestido que anteriormente era celeste.

En sus manos yacía la vida de aquellos inocentes que perdieron ante una dulce chica por fuera, pero que por dentro era el verdadero demonio.

La verdadera aberración que necesitaba ser ejecutada por sus crímenes.

Aquella silueta llegó a mí, mostrándome a una Rosie tan seria, con su enorme vestido celeste, tal y como la caracterizaba en aquella época.

—Soy tu peor pesadilla. – dijo y sin más, lanzó un aura celeste hacía mí, el cual me impactó fríamente sin siquiera dejarme responder.


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[COMPLETA] ✓ AURA: LA REINA DE HIELO II [SAGA AURA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora