[COMPLETA] ✓ AURA: LA REINA DE HIELO II [SAGA AURA]

20

Los hermanos no dudaron en tomarse de las manos y juntos se inclinaron, posicionando sus manos libres en el suelo.

Las raíces comenzaron a salir del suelo, agrietándolo un poco y dejando salir la naturaleza que parecía estar furiosa por la destrucción del mundo, o lo que parecía comenzarla.

Unas enormes ramas apresaron a las dos chicas, las cuales se percataron algo tarde de mis amigos, quedando así inmóviles en el aire.

Miré mi muñeca y pude ver como quedan menos pétalos.

Mi tiempo comienza a terminarse.

—April. – dijo una voz masculina y al girarme, vi a un Hunter caminando hacia mí, por lo que dejé con suavidad el cuerpo de Emma y me puse de pie.

Todos mis amigos comenzaban a despertar poco a poco.

—Debemos acabar con ella. – dije, mirando a Hunter.

—¿Con quién? – preguntó, confundido.

—Ella. – dije y me giré hacia el trono en el que se encuentra Rosie, pero ella ya no parece estar ahí, ni siquiera cerca. – Mierda...

ALEX

Desperté adolorido, dándome cuenta de que me encuentro atado a una silla, en medio de un gran salón.

Mi memoria comenzaba a restaurarse, por lo que me di cuenta de que este lugar es idéntico al del castillo de mis recuerdos, en donde conocí por primera vez a la princesa.

Al mirar hacia adelante pude notar la presencia de dos personas, cuyas siluetas oscuras se encuentran al fondo de la sala.

Una risa comenzó a resonar por todo el lugar, haciéndome sentir escalofríos.

—Realmente son unos idiotas. – dijo una voz femenina. – Ninguno de ustedes saldrá con vida.

—Muestra tu rostro. – dije, realmente molesto.

—Claro. – dijo y salió de las sombras.

Una Rosie o, mejor dicho, Deborah Helicsia II, portando un vestido celeste se acercó a mí.

—Vas a morir. – dije, intentando liberarme, sin éxito alguno.

—Oh, no, no. – dijo, negando con la cabeza mientras sonreía. – Tú morirás, al igual que tus amigos. – sonrió, mientras encendía las luces. – O él muere.

Un Logan que se encuentra atado a la pared tiene tantos tubos conectados a él, sobre todo a su cabeza.

Desde mi lugar podía ver como él se encuentra sufriendo, a pesar de estar inconsciente, su mente sigue consciente.

—¿Qué clase de monstruo eres? – pregunté, atónito ante la escena frente a mí.

—El monstruo que los matará a todos. – dijo y desapareció de mi vista.

Sentí como alguien me empujó, haciéndome caer al suelo sin dejar de estar atado a la silla.

El mismo chico con el que luché antes se encuentra frente a mí, sonriendo de lado mientras que con una mano me toma del cuello de mi camisa y con su otra mano suelta un puñetazo hacia mi rostro, haciéndome escupir sangre, para después golpear mi estómago, haciendo que el aire comience a faltarme.

—Dulces sueños. – murmuró y me volvió a golpear con fuerza.

Sin más, comencé a recibir tantos golpes en mi cuerpo que me dejaban exhaustos, hasta que el último llegó con el aura por encima.

Y fue ahí cuando caí desmayado frente a él.

APRIL

—Corran. – dije, mientras escuchaba a la criatura detrás de nosotros.

Todos comenzamos a correr por unos pasillos tan largos mientras sentíamos las ruidosas pisadas de aquella criatura de hielo, siendo seguida por otras más.

Hasta que finalmente entramos a un gran salón, en donde todos se detuvieron al escuchar las palabras de Edward.

—No correré, no más. – dijo él, mientras se detenía y enfrentaba a la criatura.

Pero de la puerta entraron las crías de ésta, las cuales se abalanzaron hacia nosotros, pero Edward lanzó su aura de agua, cubriendo enteras a las criaturas que llegaban.

Michael fue el segundo en unirse, sacando fuego de sus manos, seguido por su hermana, la cual se unió al grupo.

Yo me acerqué y a lado de Michael, saqué mi aura, sintiendo como él me toma de la mano y fusiona ambas habilidades.

Los demás se acercaron, a excepción de Emma, la cual solo veía detrás de nosotros como cada uno hacía lo posible por terminar con todas las criaturas.

Al juntarse cada aura de cada uno, las criaturas comenzaron a tornarse de un color dorado, un color mágico que jamás pensé ver en persona, que jamás pensé que podía sentir.

Tras recibir nuestros ataques combinados, las criaturas estallaron en pedazos, dejando caer brillo dorado al suelo, el cual se fue deshaciendo como si fuese humo, pero un humo negro que recorrió el suelo hasta llegar a Adam, el cual cerró sus puños, sintiendo como el aura recorre su cuerpo hasta dejarlo satisfecho.

—Después de esto necesitaré descansar en la playa. – dijo Amber, secándose algo de sudor de su frente.

—Después de esto debemos ocultarnos. – dijo Damien. – Sigamos.

Todos asentimos, exhaustos.

Emma me tendió el collar y yo lo tomé, con una sonrisa en mi rostro.

Por alguna razón el collar mostró un pequeño brillo al momento de ponérmelo alrededor de mi cuello, por lo que suspiré, sintiendo la energía de mi familia en mí.

Todos caminamos por el inmenso castillo sin saber realmente hacia donde debíamos dirigirnos.

Pero lo que sí sabemos es que debemos encontrar a Alex y Logan.

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