23

1 0 0
                                    


Aquel Alex desconocido tenía la mirada perdida.

—Alex...

Pero él no reaccionaba ante mi voz.

—Mi querido Alex. – dijo Rosie y él la miró. – ¿Recuerdas cuando querías asesinarlo? – él miró a Hunter, el cual no podía salir de esa pequeña prisión hecha por Rosie. – Es tu oportunidad. – dijo y sin más, dejó caer a Hunter.

—Alex... – dijo Hunter, levantándose. – No lo hagas.

Pero éste hizo caso omiso y se lanzó hacia Hunter, golpeándolo con su aura plateada.

A pesar de que Hunter se defendía, Alex era más fuerte.

Su aura lo era.

—¡ALEX! – gritó Michael, acercándose. – ¡No lo hagas!

—Él no te hará caso. – dijo Rosie, sonriendo de lado. – A ninguno de ustedes.

—Ha sido poseído. – dijo Jane. – Solo miren sus ojos...

Era cierto, sus ojos eran completamente oscuros, no quedaba nada del castaño de ellos, nada de ternura, de amor, de felicidad.

Ni siquiera su sonrisa, su rostro angelical.

Todo parece haber desaparecido en él.

Ya no quedaba nada del Alex que conocí durante cinco largos años.

—¿Qué le has hecho? – miré a Rosie, sintiendo un enorme nudo en mi garganta.

—¿Yo? Nada. – sonrió. – Tú lo has hecho.

Corrí hacia donde los dos chicos luchaban y con mi aura los separé, lanzando lejos a Alex, el cual me miró con tanta molestia, por lo que al levantarse comenzó a acercarse a mí.

—Tú no eres así. – dije, conteniendo las ganas de llorar. – Te conozco, Alex...

—No te escuchará. – dijo Rosie, sonriente.

—Mírame. – dije, ignorando por completo a Rosie. – Alex... mírame...

Pero éste seguía acercándose peligrosamente a mí.

—Éste no eres tú. – preparé mi aura en mis manos. – Por favor... reacciona...

—April... – dijo Michael.

—Te necesito... te necesito a mi lado. – dije y Alex se detuvo.

ALEX

Me caí al suelo y los recuerdos comenzaron a invadir mi mente, lo que me hizo sentir tanto dolor.

De pronto, su sonrisa apareció en mi mente.

Aquella sonrisa tan amable, tan tierna que me quemaba por dentro ya que no podía hacer nada más que admirarla, nada más que amarla.

Nada más que amar esa sonrisa que me hacía sentir cada vez más vivo en ésta vida de mierda que me tocó vivir.

"Te necesito"

Esas palabras resonaban en mi cabeza y de pronto, un recuerdo me invadió por completo, de nuevo.

"Te necesito"

Escuché a mi madre hablándome telepáticamente.

Como solía hacerlo cuando alguien de la familia se encontraba en problemas, lo que sucedía a menudo, tras nuestras habilidades que para los mortales era brujería, mientras que, para nosotros, era nuestra vida.

[COMPLETA] ✓ AURA: LA REINA DE HIELO II [SAGA AURA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora