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Ellos me miraron al momento en que ella pronunció mi nombre, para luego correr Damien y tomarla entre sus brazos.

Todos entramos de nuevo al bunker, casi corriendo detrás de Damien, el cual entró a una habitación y dejó con delicadeza a la chica en una cómoda cama, mientras Alex se acercaba para ver lo que sucedía.

Fénix, mi ya no pequeño perro comenzó a olfatear a la chica sin parar hasta que comenzó a gruñir con molestia, lo que nos pareció extraño.

—Fénix. – dije y el perro me miró, para luego alejarse de ella y posicionarse a mi lado, protegiéndome.

—Algo tiene ella. – dijo Alex, sentándose en la cama junto a la chica.

Él puso su mano, con delicadeza, en la frente de la desconocida chica y un aura plateada comenzó a salir, mientras él cerraba sus ojos, concentrándose.

Pero podía ver las reacciones de Alex, el cual parecía fruncir a ratos el seño mientras intentaba divagar en la mente de la chica, pero en cuestión de segundos la chica despertó, haciendo que él se alejé con prisa de ella.

Pero la chica volvió a caer dormida en la cama, a lo que Alex me miró.

—Esto es... – dice Alex, mirándonos. – Debemos ir a la oficina.

Todos asentimos y cerramos la puerta, dirigiéndonos a la oficina de Damien, en la cual, al llegar, él se sentó en su silla "especial", mientras que Amber se sentaba encima del escritorio con un cubo Rubik.

Hunter, por su parte, se sentó en el suelo mientras intentaba hacer funcionar un walkie tokie, con el cual planeaba contactar a los hermanos Green, para que nos ayudaran de alguna manera.

—Damien. – dijo Alex, cerrando la puerta y mirándolo. – Esta chica pasó por muchas cosas...

—Cuéntanos. – dice Damien, prestando atención a lo que Alex quería contar.

—Mejor les muestro. – dijo y alzó su mano a la altura de su pecho.

Alex formó una gran bola de cristal plateada que en cuestión de segundos se convirtió en un gran proyector de imágenes que pasaban con tanta rapidez, hasta que Alex logró estabilizarlo.

Esta era de las pocas veces que podía apreciar su gran poder, lo que me parecía fascinante.

Al lograr estabilizar las imágenes, pudimos ver a la chica corriendo, huyendo de algo que desconocemos.

Solo podíamos apreciar auras de distintos colores, ninguno que yo haya visto antes.

La mayoría eran oscuros, como si fuesen sombras detrás de ella.

Pero lo que también pudimos apreciar eran las siluetas que parecían no ir con normalidad, además de su vestimenta parecida a la que utilizan en rituales.

Algunos parecían volar por los aires.

Pero lo que me llamó la atención más que nada era el aura de color celeste, que parecía congelar las cosas a su paso mediante la silueta continuaba su camino.

Aquellas imágenes cambiaron drásticamente, haciéndonos ver a la chica en el bosque, pasando noches de extremo frío, siendo atacada por animales, siendo dañada por distintas plantas peligrosas y, además, siendo intoxicada por bayas que consumía.

Las imágenes se volvieron a distorsionar, cambiando de nuevo, dejándonos ver a la chica siendo torturada con una máquina de electrochoques.

Pero lo que más impresionaba era el aguante que ella tenía, lo que no era normal para una simple humana.

Entre aquello pudimos apreciar parte de un vestido celeste y realmente hermoso, como de aquellas reinas de la antigüedad.

Las imágenes volvieron a distorsionarse hasta que la bola de cristal se deshizo, haciendo caer pequeños fragmentos plateados por la habitación, como si fuese brillantina, por lo que cerré mis ojos, sintiendo como caen en mi rostro.

Pero al momento de sentirlas, mi aura salió a la luz, quemándolas conforme caían en mí, por lo que abrí mis ojos y me encontré con los de un Alex, algo agotado por utilizar su poder.

—Ella fue torturada. – dijo Hunter, posando su mirada en Damien, el cual permanecía tan serio.

—¿Era una reina? – pregunté, mirándolos. – Esa que... aparecía en la imagen...

—Me encantó su vestido. – dice Amber, dejando el cubo completamente armado a su lado. – Era muy original y al parecer único.

—He leído sobre ella. – dice Alex y lo miro. – La reina de hielo...

—¿Reina de hielo? – frunzo el seño y él asiente, mirándome.

—Se dice que ella crea el caos en el mundo, su mayor contrincante fue aquel o aquella que portaba el aura del fénix.

—Es una vieja leyenda. – dice Hunter, levantándose del suelo, haciendo que lo mire. – Se dice que su plan siempre fue el mezclar distintas auras especiales para comenzar el apocalipsis. – suspira. – Es por ello que los portadores del fénix han guardado su aura en el collar.

—Eso quiere decir que las tragedias no han terminado... – murmuro.

—Con ella aquí... el caos volverá. – murmura Alex.

—Estamos en peligro. – dice Damien, por lo que lo miramos. – Se acerca la guerra y créanme que esta es una de las peores.


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[COMPLETA] ✓ AURA: LA REINA DE HIELO II [SAGA AURA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora