9

1 0 0
                                    


Sentí un nudo en mi garganta al verlo frente a mí.

—Michael... – murmuré, acercándome a él para poder abrazarlo

Pero él se apartó, fríamente, lo que me confundió.

—¿Creíste que te trataría bien? – me dijo, de la misma manera. – Después de desaparecer cinco malditos años.

—Yo... – intenté hablar, pero me interrumpió.

—Me dejaste... – dijo, mirándome con dolor en su mirada, pero intentaba mantenerse fuerte. – Me estaba muriendo y tú me dejaste.

—Por eso me tuve que ir... pero Cameron logró ayudarte... – me acerqué un poco a él, sintiendo un dolor en mi pecho, pero lo dejé a un lado.

—Son excusas. – se acerca a mí y me toma de la barbilla con sus dedos. – Si crees que caeré en tus juegos, estás muy equivocada. – Me suelta y me da un pequeño golpecito en la barbilla con su puño mientras me guiña un ojo.

Tras aquello se aleja y comienza a caminar en dirección hacia la casa.

—Michael... – me giro y solo puedo ver su espalda. – Necesito tu ayuda.

—Pídesela a Hunter. – dijo, mientras se alejaba sin siquiera mirar atrás.

—Por fav... – sentí una presión en el pecho, lo que me hizo gemir de dolor.

El dolor se comenzó a intensificar, por lo que caí al suelo, notando las grandes zancadas de Michael hasta que llegó a mí.

Él me tomó de la mano y en cuestión de segundos un aura rojizo que pertenece a él, nos rodeó por completo.

El fuego comenzó a emanar de él, haciéndome sentir un gran calor recorriendo mi cuerpo entero, pero al pasar por la rosa, ésta se rodeó de un aura celeste, como si protegiese lo que sea que me haga daño.

Pero eso solo fue momentáneo ya que todo comenzó a darme vueltas en la cabeza hasta que al final, caí desmayada en sus brazos.

ALEX

—Logré dar con su ubicación. – dice Lucy, abriendo sus ojos. – La naturaleza me ha ayudado.

—¿Dónde está? – pregunta Max, conduciendo tan atento.

Aunque ambos portan el don de la naturaleza, ahora mismo sé que Max se encuentra tan alterado por lo que ha sucedido con April.

En éste tiempo, sé que le ha tomado tanto cariño y es que, ¿quién no podría hacerlo?

—Sigue hacia adelante. – le responde Lucy. – A unas tres cuadras entrarás por una calle algo estrecha, pero si podrás pasar.

—No se puede. – dice Max, al haber conducido tan rápido y al final, frena tan fuertemente.

—Si se puede. – dice Jade, alzando la mano mientras un aura sale de ella.

Aquella aura color jade, como su nombre, emanó de ella.

Lo que hizo que terminemos volando por los aires, por lo que Max arrancó sin pensarlo, pudiendo pasar por encima de los edificios hasta lograr caer al otro lado de la calle, al igual que la camioneta en donde van los demás, detrás de nosotros.

Pude ver una media sonrisa en el rostro de Max, orgulloso del gran equipo que hacemos.

Después de que Max condujese por un buen rato pudimos llegar a un especie de faro, con el mar hacia el fondo y una casa cerca.

—Percibo su aura. – dice Lucy, mirándonos, por lo que Max asintió y condujo hacia la casa, sintiendo igual a April.

Al llegar cerca de aquella casa, no dudé en bajarme y correr, pero me detuve rápidamente, deteniendo a los demás.

—Alto. – dije y todos me miraron. – Tienen cámaras y extrema seguridad.

Al mirar a ciertos puntos ciegos pude darme cuenta del calor que emite la seguridad hecha con aura.

Algo realmente increíble.

—A la mierda. – dice Hunter, pasando por mi lado.

Tras pasar cierto punto que nos dividía de la casa, algunas armas salieron del suelo, apuntándonos con un láser rojo que nos daba justo en el pecho y cabeza, lo que hizo ladrar a Félix.

—Creí que nunca nos volveríamos a ver. – dijo una voz masculina que nunca había escuchado.

Al girarnos pude ver a el tan mencionado Edward, saliendo de la casa tan sonriente.

—¿Dónde está April? – dice Hunter, tan molesto.

—Está a salvo. – dice Tess, saliendo igual de la casa. – Entren.

Todos obedecimos y al retirarse las armas, caminamos hacia la casa, entrando en ella.

—Veo que tienen gente nueva. – dice Edward, viendo a Rosie.

—Ella vino hacia nosotros por ayuda. – dice Damien, seriamente.

Yo me giré, realmente molesto por la estúpida decisión de Damien al no confiar en lo que dije sobre esa chica.

Lo que pareció notar Tess.

—Interesante... – dice Tess, para después mirarme con curiosidad.

Ellos nos guiaron hacia lo que parece un enorme comedor, en donde se encuentran los demás de su grupo, entre ellos las mejores amigas de April, a las cuales reconocí a pesar de su cambio físico en estos últimos cinco años.

Al vernos, rápidamente se levantaron aquellos con habilidades, sacando el aura de ellos.


****

[COMPLETA] ✓ AURA: LA REINA DE HIELO II [SAGA AURA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora