[COMPLETA] ✓ AURA: LA REINA DE HIELO II [SAGA AURA]

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3 AÑOS DESPUES.

Entré a ese dichoso bar, en el cual el guardia me dejó entrar gracias a mi pronunciado escote y mi diminuto vestido.

Habíamos acordado vestirnos de esta manera gracias a los consejos de Amber, la cual tiene más experiencia entrando a estos tipos de bares o incluso discotecas.

La banda se encuentra tocando buena música, lo que hace que la gente disfrute tanto de ellos.

Sin pensarlo, recordé a Alex, esa hermosa sonrisa y su perfecta voz que iba tan bien con esta banda, con la antigua banda que ahora pertenece a los compañeros de Alex que se ven más mayores.

Él debería seguir tocando con este grupo, lo habría hecho tan magnífico, frente a toda esta gente, siendo... famoso, cumpliendo su sueño.

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Me quedé observándolo mientras tocaba su guitarra, parecía nueva música, él se encontraba componiendo algo que hasta el momento era perfecto.

Pero en un momento se detuvo y habló, sin dejar de escribir en su cuaderno.

—Entra. – me dijo y no pude evitar ruborizarme.

Sin más, entré a su habitación y me senté en la cama, frente a él.

—¿Qué estarías haciendo si no estuvieras aquí? – pregunté y él me miró.

—¿A qué te refieres? – dejó su guitarra a un lado para prestarme atención.

—A esto... – señalé la habitación. – Ahora mismo estás ocultándote, probablemente lo estuviste haciendo desde hace tiempo. – lo miré. – ¿Qué estarías haciendo si no hubiese pasado esto?

—Oh... – miró sus manos. – Me habría gustado seguir con mi música.

—Te encanta eso, ¿verdad? – pregunté y él asintió.

—Mi sueño siempre ha sido crecer con la música. – sonríe un poco. – Ser famoso y viajar tanto por eso... recuerdo cuando mi madre me cantaba cada noche antes de dormir. – sonrió nostálgico. – Ella me incitó a conocer el mundo... disfrutar de los alrededores.

—¿Y por qué no lo haces?

—Ahora no es posible. – sonrió de lado. – Quizá en unos años más, cuando la banda se junte, aunque sería extraño porque no he envejecido como ellos.

—¿Podría verte? – pregunté y él asintió.

—Hagamos una promesa. – dijo y lo miré atenta. – Años después, cuando la banda se reúna, prométeme que estarás ahí, en medio de todos, justo frente al escenario. – toma mi mano. – Disfrutarás de mi música, bailarás al compás de las canciones... te divertirás ahí. – dejó algo en mi mano y la cerró. – Prométemelo.

—Lo prometo. – sonreí y miré mi mano.

Un anillo plateado se encuentra en ésta, lo que me hace mirarlo rápidamente.

—Era de mi madre. – mira el anillo. – Ahora te pertenece.

—Pero... – él me interrumpió.

—Confía en mí. – sonrió de lado.

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Comencé a mover mis caderas al compás de la música, sintiendo las miradas en mí, pero eso no me importaba en absoluto.

Ahora mismo me sentía conectada con Alex.

Miré mi mano y el anillo plateado posaba en mi dedo, por lo que me llevé la mano a mi pecho y sonreí sin dejar de moverme.

Aunque ahora mismo nos encontramos en una misión, esto me ayuda para estar más tranquila.

Miré a la banda, a la gente y el anillo.

Todo lo que él quería lo estoy haciendo y eso me hace estar tan feliz conmigo misma.

Con él.

Con todos.

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