🔹| ZackSaku |🔸

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La policía está persiguiendo a un fugitivo de la ley, su nombre es Issac Foster, un asesino serial, que ha podido escapar de los policías más de una vez.

—Busquen en toda la zona, no podemos perder el rastro de ese asesino, está herido, no pudo ir tan lejos —grita el comandante del grupo.

—Dudo que podamos hallarlo, el bosque es extenso y ya llevamos varias horas recorriendo el bosque.

—¡Qué has dicho! No nos iremos hasta encontrarlo, así que muévanse.

—No debiste hablar, sabes que el jefe últimamente está nervioso porque está en juego su puesto si no encontramos al asesino —suspira.

—Lo sé, pero estoy seguro que aunque pasemos días buscándolo estamos hablando de Issac Foster, el asesino serial, a veces pienso que nosotros somos las presas en vez de él.

Los policías siguieron su curso, no muy lejos de ahí se encuentra el causante del alboroto, pues hay una especie de cueva que a simple vista parece  ser un cúmulo de piedras cubiertas por la hierba colgante de los árboles y de más vegetación, pero a una orilla hay un pasadizo, Issac, al ver que la mayoría de policías y en especial el comandante del equipo se retiraron se adentro a la cueva y su sorpresa fue encontrar una pequeña cabaña, con sus sentidos alerta se dirige a la casa para verificar que no hubiera nada, su andar se le dificulta pues ha recibido un disparo en su pierna derecha. 

Al dar unos pasos cerca del primer escalón, la trampa se activo y una red lo capturó, pero a pesar de estar herido logró con su experiencia cortar la red tan rápido como fue capturado, escucho unos pasos acercarse y apuntó con su pistola al hombre que viste completamente de negro.

No sabe cómo pasó, pero está en el suelo y el arma lejos de él todo pasó tan rápido que no tuvo tiempo para reaccionar.

—Eres el gran Issac Foster, creí que eras más diestro —habla una aterciopelada voz.

—Eres mujer —susurro al verse derrotado por una mujer.

—me descubro la cabeza— Por supuesto que soy mujer.

—¿Cómo puedes moverte así de rápido? —cada vez se le dificulta más respirar, acaso había veneno en la trampa... 

—Hablaremos cuando despiertes —sonrió.

Han pasado dos horas desde que se desmayó, el veneno no es tan fuerte como para que esté inconsciente tanto tiempo, quizá la pérdida de sangre afecto mucho, no puedo creer que este hombre haya matado a tanta gente, parece tan inofensivo cuando duerme, me acerco a él e invadida por la curiosidad descubro su rostro de aquellas vendas.

—No es feo, a pesar de las cicatrices que tiene por sus quemaduras —acarició su mejilla y de pronto aquellos ojos que estaban cerrados, se abren y en un parpadeo somete a la pelirrosa en la cama.

—Debiste matarme cuando estaba dormido —busca su cuchillo, pero no lo encuentra.

—Te quite todas tus armas, así que no podrás matarme a menos que —tomó sus manos y las coloco en mi garganta— aprietes mi garganta hasta morir asfixiada —sonreí.

—se aleja de ella— No mató a nadie que no suplique por su vida, así no es divertido.

—Creí que amabas asesinar a sangre fría —se sienta a su lado.

SAKURA HAREM, MULTISAKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora