-Nunca crei que me emparejaran con tantos personajes -exclama Sakura sorprendida
-¡Es que eres tan perfecta!
-Y debo decir que son todos tan hermosos, creo que me gustara este apartado -observando.
-Y no has visto ni la mitad, así que prepárate, po...
—Mamá ¿por qué no puedo salir más haya del bosque? —pregunta una niña de 7 años.
—Nuestro hogar está aquí, ¿te despediste de tú padre antes de que se fuera? —acaricia la cabeza de su pequeña.
—Si, ¡incluso papá me dejo un regalo! —la jala hacia su habitación y saca de su pequeño armario la vestimenta— Es hermoso ¿verdad?
—la mira con dulzura— Es muy hermoso.
—¡Me lo pondré! Seguro que papá se sorprenderá cuando me vea —sonríe abiertamente.
—Asi será, cariño.
—Iré a dar un paseo, prometo que no me alejare tanto y permaneceré en los límites del bosque.
—Esta bien —besa su frente—, pero se cuidadosa y no hables con ningún extraño.
—Si, mami, nos vemos.
La pequeña pelirrosa corre alegremente, adentrándose un poco más al bosque, ama la tranquilidad, el canto de los pájaros y el sonido de las hojas moverse al ritmo del viento, esta tan concentrada mirando el cielo que no se percató que un par de ninjas rondaban el lugar, hasta que sintió su hostilidad y sobre todo un kunai dirigido a ella, lo esquiva a duras penas.
—Mira que lindura nos hemos encontrado, nos darán un buen dinero por ella —sonríe un tipo de apariencia desalineada.
—El jefe nos dará una buena recompensa si la llevamos —toma el brazo de la niña.
—Suélteme, no tienen derecho a tratar a una niña de esta forma —se jalonea para poder zafarse.
—Vamos pequeña, si coperas no tendré que usar esto —saca un kunai y lo pone en su cuello—. Se buena niña y obedece a tus mayores.
—muerde la mano del hombre y lo patea en su punto débil— Nunca dejaré que unos tipos malos me lleven —corre sin rumbo, lo único que quiere es perder a los hombres malos, pero aquellos sujetos la persiguen son más rápidos y lastimaron su brazo.
—Se acabaron los juegos, vienes con nosotros —la toma del brazo herido.
—las lágrimas rodean sus blancas mejillas— No quiero, déjenme ir no les he hecho nada...
—Se buena niña, ayudaras a estos pobres hombres a salir de la maldita pobreza, con tu apariencia te venderíamos a un precio muy alto —ríen ambos hombres.
—Que tipos mas desagradables, son basura que no debería existir en la tierra —menciona un niño desde la rama de un árbol y en un parpadeo noquea a los dos sujetos.
La pelirrosa se queda asombrado por la velocidad y destreza del chico que está segura son de la misma edad, retrocede unos pasos al ver que aquel chico que la acaba de salvar se dirige a ella.
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