-Nunca crei que me emparejaran con tantos personajes -exclama Sakura sorprendida
-¡Es que eres tan perfecta!
-Y debo decir que son todos tan hermosos, creo que me gustara este apartado -observando.
-Y no has visto ni la mitad, así que prepárate, po...
—¿Por qué nos reunieron a todos? —pregunta un chico de veintidós años.
—Al parecer se integrará alguien al clan o eso escuché —menciona una pelirroja.
—Creí que esto se debía a tu sucesión como nueva líder —sonríe con una pizca de burla en su rostro.
—Será mejor que te calles, Kazuma, no por nada soy la primera en la línea de sucesión mientras tú —lo mira indiferente.
—rasca su cabeza— No me interesa eso, es cosa del pasado y lo sabes, tú eres quien se lo ha tomado muy a pecho.
—Sé que eres más fuerte que yo —aprieta su puño—, pero he entrenado duro para ser la siguiente líder del clan, además tú no puedes portar la Enrai-ha.
—Lo sé, así que descuida no me meteré en tu camino si tú no te metes en el mío.
—¡Guarden silencio! Jūgo-san, está por entrar, muestren respeto.
Ambos se quedan en silencio y de pronto el ambiente cambia, el aire se siente más ligero y de alguna manera los hace recordar a la plena floración de cerezos y su sorpresa es ver a una chica de cabellera larga del mismo color justamente a los cerezos junto a Jūgo-san y Genma-san, caminan hasta llegar al frente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La chica parece nerviosa pues no mira por mucho tiempo al frente, el chico de nombre Kazuma, le intriga la razón por la que alguien externo está aquí, pero se queda con la duda al solo escuchar que es una invitada especial y que deberán tratarla con respeto en su tiempo en la mansión, suspira y decide hacer lo mismo que los demás (irse de la sala), pero para su sorpresa y disgusto su padre (si lo puede llamar así) le habla para que se quede junto a su prima.
—Serás quien cuide de la Señorita Sakura en su estadía aquí, sabes que no quiero fallos —sonríe.
—¿Yo qué haré, Genma-san? —cuestionó la pelirroja curiosa.
—Oh, tú también ayudarás a la señorita Sakura a adaptarse a la mansión, trata de ser amable con ella ¿De acuerdo? —sonríe.
—Claro, Genma-san.
—Señorita Sakura, Kazuma, la acompañara a su habitación, en un momento, la señorita Ayano, estará con usted para ayudarla en lo que necesite —sonríe y mira a Kazuma-, su habitación será a lado de la tuya.
El mencionado solo asiente y empieza a caminar, Sakura, camina detrás, de él siente que no le agradó ser su guardaespaldas o lo que sea que le haya dicho su padre.
—Lo siento, por mi presencia aquí te han dado una tarea que no te agrada —dije sin estar segura si esa es la causa de su enojo.
—se detiene— Sakura ¿Verdad? Te diste cuenta que no soy muy bienvenido en está mansión, simplemente vivo aquí por tener su sangre, no esperes que por ser tu guardaespalda recibirás un trato especial.
